Dos profesores de Historia polacos han tenido que rendir cuentas ante los tribunales por investigar la complicidad de Polonia en el exterminio nazi de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Filomena Leszczynska, una anciana de 80 años sobrina de un alcalde acusado de colaboracionismo con los nazis, ha llevado a los juzgados el trabajo de investigación de dos historiadores, Jan Grabowski y Barbara Engelking, sobre el caso de un alcalde acusado de haber participado en la matanza de 22 judíos, según informa el diario La Vanguardia.
Los investigadores han sido acusados de "difamación a la nación polaca", introducida en la legislación por el partido Ley y Justicia, que se encuentra en el Gobierno desde 2015. Grabowski y Engelking son dos historiadores de reconocido prestigio y dirigen el Centro de Investigaciones del Holocausto de la Academia de Ciencias Polaca.
El juicio arrancó el pasado 12 de enero. La autora de la denuncia fue Filomena Leszczynska, una campesina de 80 años de la aldea de Malinowo y sobrina de Edward Malinowski, exalcalde de la localidad, ya fallecido que fue absuelto en un juicio de colaboración con los nazis tras la Segunda Guerra Mundial. Leszczynska aseguró ante el juez que había oído por la radio las acusaciones y que decidió salir en defensa de la reputación de su tío, porque fue una "buena persona" y "salvó" judíos.
Una legislación que penaliza la investigación
Las investigaciones de los historiadores están basadas en el testimonio de una judía superviviente, Estera Drogicka, que en los años 90 del siglo pasado contó que en 1942 el guardia forestal y el alcalde Malinowski denunciaron ante la policía local polaca a un grupo de 22 judíos refugiados en el bosque. Tras su captura fueron fusilados.
Drogicka testificó en 1950 en el juicio en el que se absolvió al alcalde y asegura que lo hizo de manera favorable para no incriminarle. "Le habrían condenado a muerte", señaló en su declaración a la Shoah Foundation 40 años después de los hechos.
Los historiadores han alegado que ellos no han entrado a opinar sobre la culpabilidad o inocencia del alcalde y que se limitan a relatar en su investigación las fuentes disponibles. Ese trabajo les ha llevado a ser denunciados por "calumnia", "derecho al respeto de un familiar difunto" y el "derecho al orgullo y la identidad nacionales".
La aprobación de ley de Memoria Histórica Nacional por Ley y Justicia, en la que se basa la denuncia contra Engelking y Grabowskim, fue muy polémica porque abría la puerta sancionar con penas de cárcel investigaciones sobre la complicidad polaca en el Holocausto. Las críticas de Israel y Estados Unidos obligaron al Gobierno a retirar las sanciones penales, pero dejó abierta la vía civil.