El Gobierno de Portugal ha ordenado que se suspendan las clases en todos los niveles durante 15 días, en el marco de un endurecimiento de las medidas con las que intenta frenar el crecimiento exponencial de la pandemia de la covid-19, que ha vuelto a dejar este jueves un récord de fallecidos.
El primer ministro, António Costa, ha comparecido ante los medios para explicar que la evolución de los datos obliga a alterar las medidas que se anunciaron la semana pasada y que contemplan un nuevo confinamiento domiciliario. Así, se reducirá la atención presencial de la administración pública y los tribunales funcionarán solo para casos urgentes.
También se plantea "la interrupción de todas las actividades lectivas durante los próximos 15 días". No habrá clases a distancia, pero Costa ha adelantado que las jornadas perdidas se "compensarán" en algún otro periodo, sin entrar en más detalles, según la cadena RTP.
Medida para "limitar la circulación"
"Las escuelas no fueron ni son el principal foco de transmisión", ha reconocido el primer ministro, que ha defendido la medida como una forma más de "limitar la circulación". En este sentido, ha recordado la importancia de trabajar desde casa en aquellos casos donde sea posible.
Portugal se acerca a los 600.000 casos de coronavirus en el cómputo global. La Dirección General de Salud (DGS) tiene registrados ya 595.149 positivos, 13.544 más que en el balance divulgado el miércoles.
Al menos 9.686 enfermos han perdido la vida, 221 más, mientras que el dato de pacientes en unidades de cuidados intensivos ha superado los 700 (702). Según las autoridades sanitarias, hay más de 151.000 casos activos en Portugal.