Portugal rebajará un tramo del IVA de la electricidad del 13% al 6%, limitará las subidas de los alquileres al 2% para 2023 y apoyará a las familias con 50 euros por hijo, 125 euros por trabajador con ingresos de hasta 2.700 euros mensuales y aumentos extraordinarios de las pensiones. Son los principales puntos del plan de choque de 2.400 millones de euros aprobado este lunes en consejo de ministros para combatir el "brutal aumento de la inflación", explicó el primer ministro luso, el socialista António Costa, durante la presentación de las nuevas medidas.
"Combatir la inflación es una lucha muy difícil, son necesarias medidas para proteger el poder de compra de las familias a corto plazo, pero obliga también a mucha prudencia para no alimentar la espiral inflacionista", defendió Costa. El Gobierno propondrá al Parlamento -donde los socialistas tienen mayoría absoluta- una reducción de la tasa de IVA de la electricidad del 13% al 6%, con tramitación urgente para que pueda estar en vigor el 1 de octubre.
Actualmente, Portugal tasa el IVA en función del consumo para los contratos de baja tensión, con un 13% para los primeros 100 kilovatios hora mensuales y un 23% para el resto. El primer ministro explicó que la tasa del 13% pasará al 6%, pero los consumos por encima de los 100 kilovatios se mantendrán en el 23%.
Apoyos para las familias
El Ejecutivo también aprobó un pago extraordinario de 125 euros a cada ciudadano no pensionista con ingresos de hasta 2.700 euros mensuales y otros 50 euros por cada menor o joven de hasta 24 años a cargo, en este caso independientemente del nivel de renta de cada familia. Para los pensionistas habrá un suplemento de medio mes de pensión, pagado en octubre, y aumentos extraordinarios para 2023 que varían entre el 3,53% y el 4,43%, en función del valor de la prestación.
Con estas medidas, "los pensionistas verán íntegramente repuesto el poder de compra perdido este año", aseguró el jefe del Gobierno luso. Para 2023, se limitará a un máximo del 2 % el aumento de los alquileres de viviendas y locales comerciales, lo que será compensado con mejoras fiscales para los propietarios. También se congelará el precio de los abonos transporte y los billetes de tren durante el próximo año.
Costa recordó que el Ejecutivo ya había anunciado que permitiría a los consumidores del gas regresar al mercado regulado, lo que supone un ahorro medio del 10% en la factura para una familia con dos hijos, estimó.
Además, se ampliaron hasta fin de año medidas que ya estaban en vigor para los precios de los combustibles: la suspensión del aumento de la tasa de carbono, la devolución de la recaudación adicional del IVA y la reducción del impuesto sobre los productos petroleros. Estas medidas suponen un ahorro de 16 euros para un depósito de 50 litros de gasolina y de 14 para uno de diésel, señaló.
Este paquete de medidas se une a los 1.682 millones de euros destinados hasta septiembre para combatir la inflación, lo que eleva la cuenta total hasta final de año a más de 4.000 millones. El Gobierno luso todavía tiene pendiente presentar medidas de apoyo a las empresas, que se decidirán después de la reunión de los ministros de Energía de la Unión Europea prevista para este viernes.
Las medidas anuncias hoy pretenden ayudar a las familias, "sin aumentar la espiral inflacionista", matizó Costa, que afirmó que "vamos a cumplir los objetivos fijados de reducción de déficit y deuda publica". La inflación se situó en el 9 % en agosto en Portugal, los niveles más altos de los últimos 30 años.