El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha abandonado este domingo el país poco después de la entrada de los talibán en la capital, Kabul, según ha explicado para evitar lo que habría sido un "desastre" en la culminación de la gran ofensiva que ha llevado a los milicianos a recuperar el control del país tras la retirada de las tropas internacionales.
Horas después de que trascendiese su salida, Ghani ha explicado en un mensaje publicado en Facebook que tuvo que tomar una "dura" decisión en un momento en el que los talibán amenazaban ya con hacerse con el palacio presidencial. Optó por huir, según ha explicado porque lo contrario habría supuesto la "destrucción" de Kabul.
El mandatario ha dado por perdida la batalla de las armas con los talibán, pero ha cuestionado que estos puedan tener legitimidad para gobernar solo por los avances militares logrados en poco más de una semana. En este tiempo, se han hecho con el control de la mayoría de las provincias sin apenas oposición de las autoridades.
Ghani, que ha prometido seguir sirviendo a Afganistán, ha advertido de que numerosos afganos tienen "miedo" ante lo que está por llegar, por lo que ha emplazado a los talibán a garantizarles seguridad. La insurgencia ha prometido en estos últimos días que no tomará represalias contra quienes hayan ayudado al Gobierno o a las tropas extranjeras.
"El fin de la guerra"
El que fuera su gran rival político y ahora negociador jefe del Gobierno afgano con los talibán, Abdulá Abdulá, ha confirmado la salida del mandatario, a quien se ha dirigido ya como "expresidente". Abdulá, jefe del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional, ha transmitido un mensaje de calma y espera que "este día y esta noche tan difíciles" para el país pasen pronto y que la gente vea "días de paz", según un vídeo recogido por la cadena afgana Tolo News.
Por su parte, el portavoz de la oficina política de los talibán en Qatar, Mohamed Naim, ha declarado a la cadena de televisión qatarí Al Yazira "el fin de la guerra en Afganistán" y ha pedido relaciones pacíficas con la comunidad internacional.
"Este es un gran día para el pueblo afgano y los insurgentes. Hemos sido testigos de los frutos de los esfuerzos y sacrificios durante 20 años", ha dicho, así como ha anunciado que "el tipo y la forma del nuevo régimen en Afganistán se aclararán pronto", si bien ha incidido en que no quieren vivir aislados.
Al Yazira ha compartido imágenes de los líderes talibán, rodeados de aliados armados, en el palacio presidencial tras la salida de Ghani y desde donde se han dirigido a medios de comunicación.
Formación de un 'Consejo de Coordinación'
Asimismo, uno de los portavoces del grupo, Suhail Shahin, ha informado de que se ha ordenado a los insurgentes "que nadie puede entrar en la casa de nadie sin permiso". "La vida, la propiedad y el honor de nadie serán dañados, pero los muyahidines deben protegerlos", ha dicho según recoge la cadena afgana 1TV News.
La salida de Ghani ha derivado en la conformación de un 'Consejo de Coordinación' tripartito y encargado de gestionar las negociaciones con los talibán. Además de Abdulá, forman parte de él el expresidente Hamid Karzai -que ha prometido en un vídeo que seguirá en Afganistán- y el antiguo 'señor de la guerra' y líder de Hezb-e-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, una de las figuras 'muyahidin' de más relevancia durante la guerra contra la Unión Soviética en los ochenta.