Sergio Contreras es el coordinador en España de Voluntad Popular, el partido opositor venezolano fundado por Leopoldo López y actualmente liderado por Juan Guaidó. Durante 60 días fue un preso político en la cárcel militar de máxima seguridad de Ramo Verde, donde dice haber sufrido y presenciado todo tipo de vejaciones. Después de ser puesto en libertad condicional por falta de pruebas, logró huir de forma clandestina hasta Colombia y de ahí tomó un vuelo hasta Madrid en mayo de 2018, donde vive exiliado junto a su esposa y su hijo.
Pocas personas en nuestro país conocen mejor que él a Juan Guaidó, el hombre que el pasado miércoles juró como "presidente encargado" de Venezuela para expulsar al "usurpador" gobierno de Nicolás Maduro. "Es la persona idónea para conducir la transición. Su cita con la historia es cumplir con el deber que la propia historia le ha impuesto: llevar a Venezuela a unas elecciones democráticas, libres y en paz", indica Contreras en entrevista con Vozpópuli.
Contreras está en permanente contacto con Guaidó y su entorno, y es portavoz en nuestro país del hombre al que Estados Unidos y algunos países vecinos reconocen ya como la máxima autoridad de Venezuela
Su trayectoria en política y la de Guaidó han ido de la mano desde el año 2007, cuando ambos formaron parte del movimiento estudiantil, surgido en la Universidad Católica Andrés Bello, que se opuso contra Hugo Chávez cuando el mandatario venezolano decretó el cierre de la televisión opositora RCTV. Una generación de jóvenes cuya oposición colaboró aquel año en la primera derrota en las urnas del chavismo, el 'no' a un referéndum con el que Chávez pretendía modificar 69 artículos de la Constitución.
"Nos conocemos desde entonces. Su hermano y yo estudiábamos juntos, y ahí Juan y yo nos convertimos en hermanos de lucha. Hemos enfrentado juntos multitud de manifestaciones", cuenta Contreras.
Como coordinador de Voluntad Popular en Madrid, junto a otros activistas de ese partido exiliados en España, Contreras está en permanente contacto con Guaidó y su entorno, y es portavoz en nuestro país del hombre al que Estados Unidos y algunos países vecinos reconocen ya como la máxima autoridad de Venezuela. "No podemos cometer errores. Estamos ante la mejor oportunidad que hemos tenido de derrotar a la dictadura", afirma.
La generación de 2007
Aquella generación del 2007 sería el germen de Voluntad Popular, el partido creado dos años después por Leopoldo López para hacer frente al chavismo. Cuando terminaron sus etapas como estudiantes, ambos ligaron su actividad a este partido. Contreras como miembro de coordinación nacional del partido y Guaidó como "enlace territorial" en el estado de Vargas.
"Departíamos de forma cotidiana. Somos amigos, tenemos una relación orgánica y somos hermanos de partido. Es un hombre libre y de buenas costumbres. No tiene pretensiones, es una persona sencilla que siempre ha trabajado con la gente humilde y eso le ha dado la capacidad de entender a los venezolanos. Su único ánimo es el de servir y ser útil para Venezuela", dice quien hoy se encarga de coordinar la agenda de movilizaciones y relaciones del partido de Guaidó con fuerzas políticas de nuestro país y otras organizaciones del exilio venezolano.
Aunque su relación se remonta doce años atrás, han sido un cúmulo de circunstancias provocadas por el laberinto del régimen de Maduro las que han hecho que hoy Contreras sea una de las personas encargadas de representar a Guaidó en España.
Encarcelado junto a Leopoldo López
En 2017, siendo gerente del periódico Nuevas Noticias y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Contreras fue arrestado durante una protesta contra Nicolás Maduro. Después de horas de detención y vejaciones, se convirtió en el primer civil venezolano en ser juzgado por una corte militar, según su versión.
Fue encarcelado en la cárcel de máxima seguridad de Ramo Verde, junto a otros destacados presos políticos venezolanos como Leopoldo López o el general Raúl Isaías Baduel. Pasó 60 días en un módulo de aislamiento en una celda de 80 metros cuadrados que compartía con otros 86 presos. Todos con una prohibición expresa: "Si pasaba Leopoldo López junto a nuestra celda nadie lo podía saludar ni mirar. Quien osara a mirarlo era trasladado al ‘Tigrito’, una jaula de dimensiones reducidas donde eras recluido como un animal".
Asegura que allí vio cómo eran golpeados y torturados militares que habían sido encarcelados por emitir opiniones contrarias al gobierno de Maduro.
La Fiscalía le puso en libertad condicional por la falta de solidez de las pruebas por las que le acusaron de traición a la patria, rebelión militar y sustracción de armas del Ejército. Después de ocho meses bajo la vigilancia de los servicios de inteligencia bolivarianos logró enviar en un avión a España a su mujer y a su hijo y él huyó por carretera, atravesando media Venezuela en coche y burlando decenas de controles de seguridad, hasta llegar a Colombia. De Medellín tomó un vuelo a Madrid.
Exilio en España
Ha vivido más de cinco meses en un Centro de Acogida para Refugiados en Alcobendas junto a su familia. Como solicitante de asilo, ahora intenta aportar su granito de arena junto al resto del exilio venezolano para que su "amigo" y "hermano de lucha", Juan Guaidó, pueda ser capaz de conducir la transición democrática que muchos venezolanos anhelan tras 20 años de chavismo.
Para la próxima semana, el exilio venezolano en nuestro país prevé movilizaciones para acompañar las grandes manifestaciones convocadas por la oposición en Venezuela. Siete días que pueden ser claves para el destino de su país, después del ultimátum de España, Alemania, Francia y Reino Unido a Maduro. "Parece que el Gobierno español empieza a tener presentes los elementos democráticos que esperamos los venezolanos", señala Contreras.