Los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, han abandonado este martes el hospital Saint Mary de Londres con su primer hijo, que ocupa el tercer puesto en la línea de sucesión al trono británico con el tratamiento de Su Alteza Real, el príncipe de Cambridge.
La flamante familia ha dejado el centro hospitalario poco antes de las 18.15 hora local (19.15 en España) en medio de una gran expectación mediática. Los padres han hablado con la prensa antes de dirigirse al palacio de Kensington, donde pasarán al menos sus primeros días.
Muy sonrientes, Guillermo y Catalina han posado unos minutos para las cámaras llevando en brazos al bebé, que nació el lunes 22 de julio en el ala privada del hospital. Con un ligero y amplio vestido azul, Catalina ha aparecido resplandeciente llevando a su pequeño envuelto en una manta de color claro, para entregárselo posteriormente al príncipe Guillermo, quien también lo ha acunado.
El príncipe, vestido con una camisa del mismo tono azul claro, estaba exultante con su pequeño en brazos. "Tiene un buen par de pulmones, eso está claro", ha afirmado el orgulloso padre. "Es un niño grande, pesa bastante", ha añadido Guillermo, en alusión a los 3,8 kilos que ha registrado su primogénito al nacer.
En cuanto al nombre del futuro rey, el hijo del príncipe Carlos y la difunta Diana no ha desvelado el misterio, al afirmar que "aún estamos trabajando en ello". "Es la primera vez que lo vemos, en realidad, así que estamos aprovechando para conocerle", ha declarado.
Catalina ha afirmado a su vez que era un momento "muy emotivo" y "especial". "Cualquier padre sabrá lo que se siente", ha añadido la duquesa, que bajo su vaporoso vestido mostraba los restos de la tripa del embarazo.
Tras despedirse de la prensa, que ha estado haciendo guardia durante más de dos semanas, la pareja ha vuelto a entrar en el hospital para recoger la sillita en la que poner al bebé para desplazarse en automóvil al palacio de Kensington.