Más de cien personas han sido detenidas durante las manifestaciones convocadas este miércoles en Berlín para protestar por las restricciones adoptadas para contener la pandemia de coronavirus, que han concluido con la utilización de cañones de agua por parte de la Policía.
Un portavoz policial ha confirmado que en la céntrica Puerta de Brandeburgo se han concentrado entre 5.000 y 10.000 personas, a las que habría que sumar un millar más en el Puente Marschall, cerca del Parlamento donde precisamente se ha aprobado por 415 votos a 236 una ley para reforzar la capacidad de respuesta del Gobierno de Angela Merkel.
Las fuerzas de seguridad han intervenido después de que los agentes instasen a los manifestantes a respetar la distancia y utilizar mascarillas, como ya habían advertido las autoridades antes de la concentración. Una portavoz de la Policía ha confirmado más de cien arrestos, en su mayoría de forma breve.
En este sentido, ha defendido que las fuerzas de seguridad han actuado de forma comedida, "no al estilo militar", entre otras razones porque había niños en las protestas. Los agentes, sin embargo, habrían sido atacados con botellas, piedras y artefactos incendiarios.
La pandemia se agrava en Alemania
Las autoridades sanitarias han informado este miércoles de 17.561 casos nuevos de covid-19 en 24 horas, hasta un total de 833.307 desde el inicio de la pandemia. Al menos 13.119 personas han perdido la vida, 305 más que el martes.
El ministro de Sanidad, Jens Spahn, ha defendido la gestión del Gobierno y ha llamado a la población a tener confianza en las autoridades, advirtiendo de que el repunte de los contagios amenaza con llevar al límite la capacidad de los hospitales, especialmente en las unidades de cuidados intensivos.
Spahn también ha aclarado que "no habrá vacunación obligatoria en esta pandemia", al aludir precisamente a una de las quejas que más se habían escuchado entre quienes han salido a la calle en estas últimas semanas de cara a la futura campaña de inmunización.
El discurso de Spahn se ha visto interrumpido por las protestas de diputados del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que han exhibido carteles en los que proclamaban el 18 de noviembre de 2020 como el día de defunción de la Constitución alemana.