La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) ha detallado este miércoles que la población de la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza y paso fronterizo hacia Egipto, se ha cuadruplicado desde el pasado 7 de octubre, cuando se inició la guerra entre Hamás e Israel. Ahora, en dicha localidad palestina se encuentran más de 1,2 millones de personas.
Tras la oleada de ataques de la milicia palestina sobre territorio israelí, que dejaron casi 1.200 muertos y 240 rehenes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron una cruenta campaña militar centrada inicialmente sobre el norte de la Franja de Gaza, si bien se ha extendido progresivamente hacia el sur, donde Netanyahu recomendó a la población gazatí desplazarse. Desde entonces, miles de ciudadanos de la franja huyeron hacia Rafah. Las autoridades del territorio palestino hablan ya de más de 24.400 muertos.
"Rafah está tan congestionada que apenas se puede conducir un coche en medio del mar de gente. La población de Rafah se ha cuadruplicado, con más de 1,2 millones de personas", ha manifestado el comisionado de la UNRWA, Philippe Lazzarini, tras visitar la zona, según se desprende de un comunicado recogido por la propia agencia de Naciones Unidas.
"Todas las personas que conocí tenían una historia personal de miedo, muerte, pérdida y trauma que compartir. A lo largo de 100 días, el pueblo de Gaza ha pasado del puro shock de perderlo todo, en algunos casos a todos los miembros de su familia, a una lucha debilitante por mantenerse con vida y proteger a sus seres queridos", ha añadido.
Enfermedades e insalubridad entre los millones de desplazados en Gaza
Estas condiciones de hacinamiento en Rafah y en otras zonas intermedias del sur de la Franja de Gaza provocan también el aumento de enfermedades y condiciones insalubres para la población desplazada. Según Lazzarini, hay casos de personas que renuncian a comer y beber para evitar usar los baños, mientras que las enfermedades cutáneas y los piojos "abundan".
Asimismo, la escasez de productos comerciales en la Franja de Gaza provocan que el precio de los productos básicos haya aumentado hasta diez veces sobre su valor de hace poco más de tres meses. Además, los enfermos crónicos se ven obligados a "aprender a vivir con alternativas" o directamente a prescindir de los medicamentos que tienen prescritos.
Al mismo tiempo, "los prolongados y repetidos apagones en las telecomunicaciones, incluidos internet y los teléfonos móviles, aumentan la angustia, ya que la gente se siente aislada del resto del mundo", ha recalcado un Lazzarini que denuncia que este "asedio es el asesino silencioso de muchos".
Respecto a los equipos de la UNRWA sobre el terreno, Lazzarini ha reconocido que el personal de la agencia "se ve igualmente afectado", pero que "a pesar de ello, trabajan incansablemente para apoyar a las personas que los rodean". "No puedo asegurarles que ellos, y mucho menos sus familias o las instalaciones de la ONU, estarán a salvo", ha advertido.
"Esto ha durado demasiado tiempo. No hay ganadores en estas guerras. Hay un caos sin fin y una desesperación creciente. Pido una vez más un alto el fuego humanitario inmediato que pueda brindar cierto respiro y permitir un aumento muy necesario y significativo en el flujo de suministros básicos, incluso a través de la ruta comercial", ha zanjado Lazzarini.