Después de dos semanas sin atacar el este de Ucrania, las tropas rusas han retomado los bombardeos en Kiev y en Lviv, apenas 70 kilómetros de la frontera oeste con Polonia. El recrudecimiento de la ofensiva coincide con el duro golpe moral que supuso el hundimiento el jueves del Moskva, el buque insignia de la flota rusa. Pese a que Moscú niega que el naufragio se haya producido como consecuencia del fuego ucraniano, el Pentágono ha confirmado que fueron dos misiles antibuque de fabricación ucraniana los que acabaron con el emblemático crucero de guerra del Mar Negro.
Las sirenas antiaéreas han vuelto a resonar este sábado en buena parte del país. Las autoridades ucranianas han reportado a primera hora de la mañana las fuertes explosiones escuchadas en las regiones del oeste. El propio Ejército ruso ha confirmado que han destruido una fábrica de tanques en Kiev en un ataque con misiles de alta precisión. En su parte diario, el militar añadió que anoche fueron destruidas con misiles de alta precisión un total de 16 instalaciones del Ejército ucraniano en varias regiones del país.
Los bombardeos también cayeron sobre las regiones del este y noreste del país, como en la ciudad de Mykolaiv, donde los misiles alcanzaron un taller de reparación de armamento pesado y dos depósitos de cohetes, según ha informado el ministerio de Defensa ruso. Otra región atacada ha sido Poltava, donde se han destruido un almacén de medios de comunicación y radares, así como un depósito de misiles antiaéreos del Ejército ucraniano, y la localidad de Gusarovka, también al noreste.
El Ejército ucraniano ya había advertido ayer que el hundimiento del Moskva traería consecuencias porque supone un "duro golpe" a las "ambiciones imperialistas" de los "invasores". "Rusia se vengará", adelantó la jefa del Comando Operativo en el sur de Ucrania, la capitana Natalia Humeniuk. Desde el ministerio de Defensa ruso también avisaron de un aumento de los ataques tras el naufragio del buque.
El Moskva era el buque insignia de la flota rusa en el Mar Negro y, juntos con otros buques, había participado en el bloqueo al puerto de Mariúpol, donde se libran duros combates desde hace semanas. El navío forma parte de la historia militar soviética. Se puso en funcionamiento en 1983 con el nombre de 'Gloria' y era un símbolo del poder naval ruso en el Mar Negro. Antes de la guerra actual, Moscú lo había utilizado en el conflicto de Siria, donde proporcionó protección naval a las fuerzas rusas en el país.
Cabe recordar que Rusia ha dominado el Mar Negro desde que se anexionó Crimea en el año 2014 y ha aprovechado su presencia allí para colaborar en la invasión de Ucrania. Su flota ha apoyado la guerra gracias a su capacidad de lanzar misiles de crucero en cualquier punto de Ucrania. Ha sido especialmente clave durante los intentos de tomar Mariupol.
Durante el día de ayer, los ataques también se concentraron en la zona del Dombás, donde se registraron fuertes bombardeos y ataques de tropas rusas en la región de Donetsk (al sureste del país). Los ucranianos temen que Rusia comience pronto su gran ofensiva con el propósito de conquistar la zona.