Cientos de personas se han manifestado este sábado en Londres contra la ley rusa sobre propaganda homosexual, mientras se celebran en Moscú los mundiales de atletismo.
Los manifestantes, que se han concentrado cerca de la residencia en del primer ministro del país, David Cameron, y cerca del Ministerio de Asuntos Exteriores, han solicitado al Gobierno que presione a Rusia para que derogue las leyes que existen en el país contra el colectivo homosexual.
"Putin es el Zar de la Homofobia", ha publicado en su página web un veterano activista homosexual, Peter Tatchell, antes de las protestas, en referencia al presidente ruso, Vladimir Putin. "Su régimen ha ilegalizado la expresión pública de la identidad homosexual y las muestras de afecto entre la comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) y ha prohibido la defensa de los derechos humanos LGTB en caso de que un menor de 18 años pueda verlo", ha añadido.
Los manifestantes, que portaban pancartas en las que se podía leer "Ama Rusia. Odia la homofobia" y banderas arcoiris, han pedido un cambio en las políticas rusas que han despertado las críticas de los líderes mundiales, entre los cuáles figura el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Los críticos de la ley sobre la propaganda homosexual señalan que ésta no permite la celebración de manifestaciones en favor de los derechos homosexuales y que puede ser utilizada para perseguir a cualquier persona que muestre su apoyo a este colectivo.
Este sábado, Cameron ha publicado en su cuenta de Twitter que Reino Unido no boicoteará los Juegos Olímpicos de Invierno a raíz de esta ley, en respuesta a una carta del cómico británico Stephen Fry en la que consideraba que los deportistas británicos no deberían participar en dichos juegos.
"Comparto vuestra profunda preocupación por los abusos que sufren los homosexuales en Rusia", ha afirmado Cameron. "Sin embargo, creo que podemos enfrentarnos mejor a los prejuicios si asistimos a los Juegos Olímpicos de Invierno en vez de si no participamos", ha señalado.
Unas 350.000 personas de todo el mundo han firmado una petición en Internet en la que piden a los líderes mundiales y a los políticos rusos que ejerzan presión para lograr la derogación de las leyes que atentan contra los derechos de la comunidad homosexual y que protejan a los ciudadanos que se declaren homosexuales de la violencia y la discriminación.
Desde principios de este mes, los bares gays de Estados Unidos, Reino Unido y otros países del mundo han anunciado su intención de no servir vodka ruso en protesta por estas leyes.