El presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado este martes que Rusia intensificará sus bombardeos en Siria contra el Estado Islámico tras conocerse que el siniestro del Airbus ruso en Egipto se debió a un atentado terrorista. "El trabajo de nuestra aviación de guerra en Siria no sólo debe continuar. Debe intensificarse de tal modo que los criminales entiendan que la venganza es ineludible", dijo Putin.
Este anuncio se produce horas después de que aviones franceses hayan bombardeado por segundo día consecutivo la ciudad de Al Raqa, el bastion sirio del ISIS, en respuesta a los atentados perpetrados el viernes en París. Según fuentes del Ministerio de Defensa, un centro de comando y un centro de entrenamiento de la formación extremista han sido destruidos en estos ataques, en los que han participado un total de diez aviones Rafale y Mirage. "Los dos objetivos han sido bombardeados y destruidos de forma simultánea", ha señalado, detallado que los ataques "se han llevado a cabo en coordinación con las fuerzas estadounidenses". Los aviones despegaron de Jordania y Emiratos Árabes Unidos (EAU).
"Los buscaremos estén donde estén y los encontraremos en cualquier rincón del mundo", prometió Putin tras la catastrófe
Una bomba estalló en el avión del Sinaí
El Servicio de Seguridad Federal ruso (FSB) ha confirmado que la explosión de una bomba en el interior de la aeronave fue la causa de la caída de un avión Airbus A-321 de una compañía rusa cuando sobrevolaba la península del Sinaí, en Egipto, el pasado 31 de octubre, en la que viajaban 224 personas a bordo, ha informado la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
El examen de los restos de la aeronave realizado por los investigadores del FSB ha encontrado restos de explosivos, según ha indicado el jefe de este organismo, Alexander Bornikov. El artefacto estaba compuesto por un kilo de dinamita TNT. El aparato siniestrado, un Airbus A321 de una compañía aérea rusa, se estrelló minutos después de despegar de la localidad turística egipcia de Sharm el Sheij, con destino a San Petersburgo.
"Los buscaremos estén donde estén y los encontraremos en cualquier rincón del mundo", prometió Putin. "El asesinato de nuestra gente en el Sinaí es uno de los crímenes más sangrientos por número de víctimas. Y no vamos a quitarnos las lágrimas de nuestras almas y corazones. Esto quedará para siempre con nosotros. Pero ello no impedirá encontrar y castigar a los culpables", advirtió. De esta forma, el presidente ruso advirtió a posibles cómplices de los autores de que el peso de la ley también caerá sobre ellos.
Desde el principio, los servicio de seguridad del Reino Unido y EEUU sospecharon que se trató de un atentado, pero Rusia no lo ha reconocido hasta este martes, aunque ya suspendió todos los vuelos a Egipto pocos días después de la catástrofe.