La OMS y la ONU siguen de cerca la situación en Sudán tras el estallido de los combates que tuvieron lugar el 15 de abril entre el Ejército y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). La ONU ha avisado este martes de la extensión de la escasez de alimentos, agua, medicina y combustible en la capital, Jartum, además de alertar del alza de los precios de productos básicos, que han aumentado un 40%.
"El agua embotellada se está vendiendo al doble del precio normal y los precios del combustible se han disparado a 40.000 libras sudanesas (cerca de 62,3 euros) en el mercado negro, comparado con las 2.500 libras sudanesas (unos 3,9 euros) que costaba antes en las gasolineras", según información de primera mano del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC)", ha especificado.
Así, ha apuntado a informaciones "sobre rápidos aumentos del coste del transporte, lo que provoca crecientes dificultades a la gente a la hora de abandonar las zonas afectadas por el conflicto", mientras que "el dinero en efectivo es escaso y es de difícil acceso".
"El acceso a la atención médica, incluida la atención sexual y reproductiva, se ha visto impactada de forma crítica por el conflicto", ha alertado, antes de apuntar a un total de catorce ataques contra instalaciones médicas que han dejado ocho muertos, cifras confirmadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La organización también ha alertado de que existe un "gran riesgo biológico" después de que combatientes ocupasen un laboratorio público donde había muestras de poliomielitis y sarampión.