El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha evitado este miércoles comprometerse a garantizar una transición de poder pacífica en caso de perder las elecciones, previstas para noviembre, reavivando así las preocupaciones de varios sectores que temen que no renuncie a su cargo tras las comicios.
"Bueno, vamos a tener que ver qué pasa", ha señalado Trump cuando ha sido interpelado directamente sobre si se comprometería a garantizar una transición pacífica.
La reticencia de Trump a hacer este compromiso está vinculada a sus preocupaciones sobre las papeletas electorales, ya que ha insistido en su aseveración de que, si las elecciones se llevan a cabo por correo, estarán plagadas de "fraudes".
"Me he quejado firmemente sobre las papeletas y las papeletas son un desastre", ha zanjado el presidente durante una rueda de prensa celebrada en la Casa Blanca, recogida por la cadena de televisión CNN. "Deshazte de las papeletas y (...), francamente, no será un desastre", ha agregado, asegurando que, en tal caso, "habrá una continuación" y reiterando que "las papeletas están fuera de control".
Los demócratas estadounidenses temen que Trump pueda utilizar el poder que le confiere la Presidencia del país norteamericano para aferrarse al poder. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, incluso sugirió que el presidente tendría que ser "fumigado" del Despacho Oval si se niega a aceptar los resultados de los comicios.
No es la primera vez que el presidente estadounidense, que ha admitido que el resultado de las elecciones podría ser "ajustado" desliza un comentario parecido. De hecho, ha llegado a bromear, según él, con la idea de permanecer en la Casa Blanca más allá de los dos mandatos presidenciales que autoriza la Constitución del país.
Trump dice que serán las elecciones "más fraudulentas de la historia"
En cuanto a unas elecciones en las que se prime el mecanismo del voto por correo, Trump ha pronosticado que serían "las más fraudulentas de la historia", algo de lo que ha avisado desde hace meses sin aportar prueba alguna, según sus críticos y analistas electorales.