El Gobierno tunecino ha clasificado a España como país de "alto riesgo" de contagio por coronavirus por lo que las fronteras estarán vedadas a excepción de la repatriación de ciudadanos de nacionalidad tunecina, extranjeros con residencia permanente o miembros del cuerpo diplomático.
La nueva directiva, que entrará en vigor a partir del próximo 15 de agosto, especifica que estos viajeros deberán presentar una prueba PCR negativa, realizada entre 72 y 120 horas máximo de antelación, y permanecer dos semanas de cuarentena- que correrá de sus gastos-, la primera en un hotel designado por el Estado y la segunda en su domicilio a condición de obtener un segundo test negativo.
Como novedad, la agencia de control de enfermedades contagiosas exigirá un test PCR a todo viajero sin distinción que llegue al país y del que estaban exentos hasta ahora los países considerados seguros, como Italia o Alemania, cuyos nacionales podrán desplazarse libremente por el territorio.
Aquellos clasificados en la lista naranja o de riesgo "nivel medio" como Francia, Bélgica e Islandia- recién incluidos- estarán obligados además a cumplir una cuarentena domiciliaria de siete días. Túnez es uno de los países de África con menos contagios -oficialmente 1.738 infectados y 52 muertos- pese a que las medidas de higiene, la distancia social y la mascarilla apenas se respetan.
Desde la apertura de fronteras el 27 de junio, el número de casos ha aumentado en 574 y las autoridades impondrán de nuevo el uso obligatorio de mascarillas
Las autoridades achacan esta excepción frente a sus vecinos -muy afectados por la pandemia- a la menor población en el país, a la reacción rápida del Gobierno, que cerró enseguida y durante más de tres meses y medio las fronteras, y a la falta de contacto con el exterior, ya que pese a ser una nación muy turística tiene poco movimiento de viajeros.
Sin embargo, desde la apertura de fronteras el pasado 27 de junio el número de casos ha aumentado en 574 y las autoridades han anunciado que impondrán de nuevo el uso obligatorio de la mascarilla en los espacios públicos- hospitales, centros comerciales, aeropuertos y estaciones de transporte- ante el aumento de casos locales.
"No podrá cerrar sus fronteras"
La pasada semana, el ministro de Sanidad en funciones, Habib Kchaoui, aseguró que "Túnez no podrá cerrar sus fronteras porque la situación económica no lo permitirá. Tenemos que convivir con el virus".
El país magrebí trata de recuperar la temporada turística, cuyo sector representa al menos el 14% del PIB de su economía y del que dependen cerca de 400.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Sin embargo, los ingresos por turismo cayeron un total de 56% durante los ocho primeros meses del año con respecto al mismo periodo de 2019.