El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha hecho este sábado un llamamiento público a Estados Unidos para que este país entregue a Ankara al predicador Fethullah Gülen, de 75 años, dirigente de una cofradía a la que el Gobierno turco atribuye la responsabilidad del golpe militar abortado esta madrugada. "Que nos entreguen al personaje de Pensilvania", clamó Erdogan en referencia a Gülem durante una comparecencia ante miles de sus seguidores en una céntrica plaza de Estambul. Horas antes, también el primer ministro turco, Binali Yildirim, había señalado que un país que acoge al "líder del Estado paralelo", nombre con la que las autoridades turcas se refieren a la cofradía que encabeza Gülem, no puede ser un amigo de Turquía.Desde su primera comparecencia pública tras el golpe, esta madrugada, Erdogan ha atribuido la responsabilidad de la asonada a las redes de Gülen, pese a que no constan amplias simpatías por el predicador en las Fuerzas Armadas turcas, de tradición laica. Gülen ha negado toda implicación y ha condenado el golpe, mientras que el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha instado a Turquía que presente pruebas de su vinculación.
El Gobierno turco considera a Gulen el 'cerebro' del golpe militar de este viernes y desde hace años le acusaba de ser el máximo responsable de una "estructura paralela" dentro de las propias instituciones estatales
Gülen apunta al autogolpe
El clérigo dijo desde su exilio en Pensilvania que el golpe de estado fallido pudo ser orquestado y simulado por el propio Recep Tayyip Erdogan. En una breve intervención desde su residencia en Saylorsburg, el hombre señalado por el presidente como autor de la asonada aseguró que la toma por la fuerza no es la vía del cambio en Turquía.Gülen se convirtió en un enemigo político del presidente, Recep Tayyip Erdogan, despúes de que en 2013 se conocieran casos de corrupción, supuestamente destapados por simpatizantes del clérigo, en el círculo más íntimo del presidente. Desde entonces, se han sucedido purgas de seguidores de Gulen, entre ellos trabajadores de medios de comunicación o jueces considerados afines al religioso, tales como el diario de gran tirada Zaman o la cadena de televisión Samanyolu TV. El Gobierno turco considera a Gulen el 'cerebro' del golpe militar de este viernes y desde hace años le acusaba de ser el máximo responsable de una "estructura paralela" dentro de las propias instituciones estatales con influencia en los tribunales, la Policía y otros organismos. El movimiento de Gulen, un clérigo e intelectual de corte islámico moderado, defiende la democracia multipartido y desde la década de los 80 ha desarrollado una moderna red de escuelas y universidades, acaparando influencia entre amplios sectores de profesionales liberales. Pese mostrarse contrario al secularismo, signo de identidad de la Turquía contemporánea, Gulen ha promovido desde su movimiento un diálogo interreligioso y cultural que le llevó a entrevistarse en 1998 con el papa Juan Pablo II y líderes judíos y ortodoxos. Erdogan se apoyó en la influencia de Gulen para limitar el poder de los militares nacionalistas, responsables de la caída de cuatro gobiernos desde 1960. Sin embargo, el escándalo de corrupción que resultó con la dimisión de tres ministros de Erdogan. El presidente respondió con una purga de jueces, policías y fiscales.
Erdogan se apoyó en la influencia de Gulen para limitar el poder de los militares nacionalistas
En distintos encuentros con el presidente estadounidense, Barack Obama, Erdogan ha reiterado la extradición de Gulen, que actualmente vive en Pensilvania, para que fuera juzgado en Turquía por supuestas conspiraciones contra Ankara.
el grupo de gulen condena el golpeLa Alianza por los Valores Compartidos, el grupo liderado por Fethullah Gülen desde su exilio en EE.UU., calificó este sábado de "sumamente irresponsables" las palabras del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que lo acusó de estar detrás del intento de golpe de Estado en ese país."Durante más de 40 años, Gülen y sus seguidores hemos defendido y demostrado nuestro compromiso por la paz y la democracia. Hemos denunciado reiteradamente las intromisiones militares en política", apuntó el grupo, que tiene sede en Nueva York, en un comunicado."Estos son nuestros valores: Nosotros condenamos cualquier intromisión militar en los asuntos políticos de Turquía", enfatizaron los seguidores del clérigo Gülen.