Ucrania ha acusado a Rusia de reforzar sus posiciones en la línea del frente en el Donbás, en la frontera entre ambos países, con unidades adicionales de artillería, tanques, vehículos blindados de infantería y francotiradores, según el departamento de inteligencia del Ministerio ucraniano de Defensa. Ante la tensa situación de enfrentamiento, los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario ruso, Vladimir Putin, han celebrado una cumbre virtual este martes.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha explicado que la videoconferencia tendría lugar a través de un canal de comunicación cerrado "que permite hablar sobre los temas más secretos". Horas antes portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha asegurado que "no hay que esperar avances", ya que la videoconferencia es, en realidad, "una conversación de trabajo".
La pasada semana Putin propuso a la OTAN un pacto de seguridad para evitar el ingreso de Ucrania en la Alianza Atlántica, mientras Biden ha advertido a Moscú con graves consecuencias en caso de una invasión rusa del país vecino.
"Rusia sigue impidiendo que se estabilice la situación en la zona de operación de las Fuerzas Conjuntas" en el este de Ucrania, donde se enfrentan desde 2014 el Ejército ucraniano y las fuerzas separatistas apoyadas político y militarmente por Rusia, señaló Defensa en un comunicado en su página oficial de Facebook.
Según Kiev, el mando del grupo operativo de "las fuerzas de ocupación rusas" refuerza las unidades cerca de la línea de contacto en algunas áreas con "artillería autopropulsada de 122 milímetros adicionales, tanques y vehículos de combate de infantería en violación de los acuerdos de retirada de armamento pesado".
Al mismo tiempo, indica el Ministerio de Defensa de Ucrania, Rusia "ha aumentado el número de parejas de francotiradores para infligir pérdidas al Ejército ucraniano, destruir elementos de videovigilancia y provocar fuego de represalia".
De acuerdo con la inteligencia militar ucraniana, Rusia lleva incluso a cabo entrenamientos con francotiradores en Donetsk y Lugansk, donde se centra el combate, que ya se ha cobrado la vida de unas 14.000 personas, según la ONU.
Rebajar tensiones
Kiev ha realizado esta acusación pocas horas antes de una videoconferencia entre los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos, Joe Biden, respectivamente, para tratar de rebajar las tensiones en torno a Ucrania.
Según EEUU y el Gobierno de Volodímir Zelenski, Rusia concentra entre 70.000 y 94.300 soldados en la frontera con Ucrania con el propósito de atacar al país vecino a finales de enero de 2022.
Esa invasión podría producirse, según Washington, con unos 175.000 soldados, además de artillería y otro tipo de armamento. Moscú ha dicho que puede desplegar sus soldados dónde y cuándo le plazca, además de acusar a la OTAN de acercarse cada vez más a las fronteras rusas.
Para el Kremlin una de sus líneas rojas es que Ucrania se convierta en miembro de la OTAN y los aliados emplacen armamento en territorio ucraniano. Rusia a su vez acusa a Ucrania de querer retomar por la fuerza los territorios separatistas en el Donbás, algo que Kiev ha negado rotundamente al asegurar que apuesta por una solución diplomática y pacífica al conflicto.