La Unión Europea ha dado luz verde este lunes a las sanciones contra cuatro funcionarios rusos por violación de Derechos Humanos en su relación con el encarcelamiento del opositor Alexei Navalni y la represión de las manifestaciones prodemocráticas en Rusia.
El proceso, lanzado la semana pasada tras el Consejo de Asuntos Exteriores a propuesta del Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, ha concluido este mediodía y se espera que las sanciones entren en vigor este martes, tras publicarse en el diario oficial de la UE.
Fuentes conocedoras del proceso han confirmado que las medidas afectarán a cuatro altos funcionarios rusos responsables del encarcelamiento de Navalni. De esta forma, la UE responde al caso del opositor pero también a la oleada de represión del Kremlin contra las manifestaciones que denunciaban su detención, que dejó más de 12.000 detenidos.
Violaciones de Derechos Humanos
Los Veintisiete estrenan así el régimen de sanciones por violaciones de los Derechos Humanos, un nuevo instrumento del que se dotó la UE para responder de manera ágil ante violaciones flagrantes de los derechos fundamentales. En Bruselas se considera simbólico adoptar las primeras medidas en el marco de este régimen para responder a la persecución de la oposición en Rusia.
Las sanciones se limitarán a personas implicadas directamente en el encarcelamiento de Navalni, después de que el propio Borrell haya descartado aplicar medidas contra oligarcas rusos, algo que viene reclamando el entorno de Navalni, al entender que forman parte de la "maquina de represión" del Kremlin.
El Alto Representante ha reiterado que las restricciones europeas por el momento se dirigen a personas directamente implicadas con el envenenamiento, detención y encarcelamiento de Navalni. El caso del opositor coincide con un punto especialmente bajo en las relaciones con Rusia, precisamente dañadas por el intento de asesinato de Navalni en verano, que se produjo poco tiempo después de que Bruselas y Moscú chocaran por la crisis en Bielorrusia tras los comicios fraudulentos de agosto.
El viaje de Borrell a la capital rusa a principios de febrero agrandó la grieta entre la UE y Rusia, tras la tensión y los múltiples desplantes durante una visita que culminó con la expulsión de diplomáticos europeos. En todo caso, el enfoque de la UE hacia Rusia será uno de los temas centrales del Consejo Europeo de marzo, cuando los líderes de los Veintisiete marquen el camino a seguir en las relaciones.