Después de muchos ensayos, errores y alguna bronca, se ha tomado una decisión. La marca será Kiehl´s y consecuentemente, él cumple todos los días con ese ritual de “desbrozarse” el rostro. Como el hombre es poco dado al gasto, desde ese momento ha decidido que toda su gama de cosmética será de esa marca para poder recuperar el espíritu de los pioneros americanos, para sentirse más hombre, y todas esas cosas que “cuentan” los hombres que sueñan con ser mantenidos por ellas.
La historia está de parte de él. Pocas marcas pueden presumir de tener 162 años de historia y de ser un símbolo del Nueva York más clásico. Su tienda de 109 Third Av. es para muchos como un lugar de peregrinación. Su moto “vintage”, sus dependientes “de pasarela” y el trato que se da al cliente, es más propio de una “galería de arte que de una tienda de cosmética” le convierten en un lugar diferente.” Su crema de afeitar puede presumir de haber estado en el desembarco de Normandía, en la ascensión a K-2 o el Tour de France… La marca presume de producir el Champú para caballos más cotizado del mundo.
Por suerte, desde hace unos años los productos se pueden comprar en España, (link), pero él dice que se siente más cómodo cuando lo compra personalmente en Nueva York… Ella paga, él compra y todos contentos.