Las cerezas son una fruta típica de la temporada estival que hay que aprovechar durante estos dos meses porque a pesar de no contar con un contenido calórico muy bajo, sus nutrientes y antioxidantes aportan numerosos beneficios a nuestra salud:
1. Suponen un aporte extra de nutrientes: una taza con unas 20 cerezas proporcionan 90 calorías, tres gramos de fibra y una buena fuente de potasio y vitamina C.
2. Estabilizan los niveles de azúcar en sangre: las cerezas tienen los valores de índice glucémico más bajos de todas las frutas.
3. Son ricas en quercetina: se trata de un flavonoide natural que se asocia con fuertes propiedades antioxidantes. Ayuda a neutralizar el daño causado por los radicales libres y protegen al organismo de contraer enfermedades del corazón, cáncer de mama, colon, próstata y pulmón. Además tienen efectos antiinflamatorios y antihistamínicos.
4. Están en temporada: desde julio hasta finales de agosto encontrarás las cerezas más dulces y sabrosas.
5. Alivian el dolor de las articulaciones: varios estudios sugieren que estas frutas pueden ayudar a reducir los síntomas de la artritis y la gota.
6. Actúan de ayuda natural para contraer el sueño: son ricas en melatonina, un compuesto que ayuda a regular los patrones de sueño y por tanto, a dormir más horas.
7. Fomentan la recuperación después del ejercicio: sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias permiten sacar un mayor partido a los entrenamientos y facilitan la recuperación deportiva.
8. Son algo más que un simple relleno: se pueden incorporar a una amplia variedad de platos en forma de aperitivo, guarnición o postre.
9. El sabor depende del color: las granates brillantes son las más dulces, mientras que las que tienden hacia un tono más rojizo y verdoso tienden a ser más ácidas.
10. Se pueden comer fuera de temporada: si congelas tus cerezas podrán mantenerse conservando sus propiedades hasta un año entero.