El reto no era fácil: convertir una antigua fábrica de salazón junto a la ría pontevedresa de Aldán en un hotel diferente. Lo que fue en su día un lugar bullicioso, lleno de pescadores y marineros que acudían a salar el pescado, logra mantener su vitalidad gracias a esta decoradora que no ve límite a sus ideas.
Mientras te sirve el desayuno, Marisa podría contarte como fue a encargar los uniformes a Adolfo Dominguez, como consiguió el premio Europa Nostra por la excelente rehabitilación y transformación de lo que era una ruina o como el campeón olímpico David Cal pasa alguna que otra vez por delante del muelle de piedra donde atracan algunas de las lanchas de los clientes.
La transformación de la fábrica, que ya usaban los romanos, ha dado paso a un hotel de poderosa personalidad. Un edifico con dos plantas, amplias cristaleras para gozar de un interior muy luminoso y que combina a la perfección la piedra con la madera. Entre los espacios comunes destaca el comedor con suelo de cristal, una solución que permite utilizar la zona sin dejar de ver los curiosos depósitos de salazón, ubicados justo debajo.
Y en el exterior, encontramos un lugar maravilloso. Un entorno de la Galicia de siempre que se regenera una y otra vez del azote del “incendio de verano”. Pinos y eucaliptos compiten con unas gigantescas macetas de hortensias. Las casas de piedra y los cruceiros de relieve gastado sirven para revalorizar aún más el patrimonio arquitectónico de esta casa.
Y para los amantes de las imágenes potentes, allí están el Cabo Home y la Costa da Vela, una zona de costa abierta al océano Atlántico, protegida por las Islas Cíes, unos acantilados que son todo un derroche de la naturaleza.
FICHA
A Casa de Aldán
www.acasadealdan.com
Calle José Graña, 20
38945 Aldán, Cangas (Pontevedra)
Tlf: 986 328 732
Habitaciones: 13 habitaciones
Precio: desde 108 Euros
