Está claro que la naturaleza no entiende de límites humanos. No le pidas a una cabra montesa o a un buitre negro que haga el favor de no salirse del parque nacional, que no nos viene bien protegerle fuera…
1876 – 2013: Habemus Parque
El proceso ha llevado más de un siglo. La Institución Libre de Enseñanza cartografió y estudió por primera vez la Sierra de Guadarrama, allá por 1876, y se pidió formalmente la declaración de un Parque Nacional por parte de la Sociedad Española de Alpinismo Peñalara, en la década de 1920. Pues haced las cuentas, más de 100 años y no ha sido posible poner de acuerdo a todo el mundo.
La superficie “oficial” del Parque Nacional es de 33.000 hectáreas, aunque hay que tener en cuenta que existen dos Planes de Ordenación de los Recursos Naturales que llegan a proteger hasta 96.000 hectáreas, protegiendo el corazón del Parque Nacional y que afectan a 200.000 habitantes entre Segovia y Madrid.
Lo que más me ha sorprendido hasta ahora es la poca información que se daba desde las consejerías y desde el ministerio del ámbito del Parque Nacional. Hasta hace muy pocos días no existía siquiera un plano para ver de primera mano e integralmente hasta dónde llegaba el futuro Parque Nacional.
Una forma extraña
También sorprenderá hasta al más pintado la forma curiosa, alveolar del Parque Nacional. Una especie de “T” invertida que deja amplios espacios sin proteger, como el Pinar de Valsaín y el Valle del Paular, que quedan en la “Zona Perimetral de Protección”.
Os invito a visitar Valsaín, un fantástico bosque productor de madera y que lo atraveséis por el archiconocido GR-10.1 desde el Puerto de los Cotos hasta el Puerto de la Fuenfría, 22 km por el corazón de la sierra y fuera del Parque Nacional. Si queréis, podéis enlazar con el Camino Schmidt que os llevará de vuelta a la Estación de Navacerrada y que hace en gran parte de frontera del espacio protegido, disfrutando al “otro lado” del Parque Nacional.
Atravesaremos el valle alto del Eresma, por un cerrado monte de pinares silvestres, conservados desde la edad media por los monarcas españoles, que quisieron reservarse estos montes para la caza real, dejando a su paso varias edificaciones de interés como el Palacio de Valsaín y que posteriormente y hasta nuestros días se ha explotado como monte maderable con un modelo gradual de corta que permite masas boscosas continuas y muy maduras.
¿Por qué se ha excluido?
Para que unos terrenos se declaren como Parque Nacional tienen que ser: Representativos, extensos, con un buen estado de conservación, continuos, sin asentamientos humanos y alejados de zonas peligrosas para la conservación. Esto explicaría por qué se han sacado de los límites protegidos las dos estaciones de esquí existentes en la Sierra Madrileña, al igual que quedó fuera la estación de Sierra Nevada del Parque Nacional Granadino.
¿Pero por qué ha quedado fuera Valsaín? Esta exclusión obliga a una forma en los límites del Parque Nacional realmente extraña. Es más, el precedente del Parque Nacional, el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, incluía amplias zonas de Uso Limitado de Interés Especial en el Pinar de Valsaín, como la zona de las Carboneras y la zona de Peña la Cabra, La Solana y Peña la Cuna.
Es más y sin querer hacer más leña del árbol caído, el PORN de la sierra de Guadarrama, califica el Monte de Valsaín en estos términos:
Merecen una referencia especial los Montes de Valsaín, pues constituyen uno de los paisajes más hermosos y sobresalientes de la Sierra y del país. De hecho, su gestión actual y su vinculación al Ministerio de Medio Ambiente a través del Organismo Autónomo de Parques Nacionales está considerada como sostenible y positiva al conjugar con equilibrio la explotación, la protección y conservación, o el disfrute cívico y la educación ambiental.
No es que queden sin protección, por supuesto, La protección actual es de Parque Natural por la Comunidad de Castilla y León, a lo que hay que añadir las figuras de ZEPA y LIC, esto es, la Red Natura 2000. También es Zona Crítica del Aguila Imperial Ibérica, a lo que se añadirá la “Zona Periférica de Protección” del Parque nacional y el ya citado PORN de la Sierra de Guadarrama, por lo que decir que está “desprotegido” es incierto.
En cualquier caso, este galimatías normativo asegura que siempre, siempre, siempre, cualquier proyecto en los límites de cualquiera de estas figuras de protección, necesitará la bendición de no menos de tres o cuatro organismos ambientales.
Tras la visita a Valsaín os pregunto algo. ¿Creéis que los límites del parque están bien puestos? ¿Por qué no proponemos el GR-10 como límite norte, para dar un mayor oxígeno y coherencia al Parque Nacional en una futura ampliación?
Me encantará escuchar vuestras opiniones.