Destinos

Cinco razones para redescubrir Turín

Turín es una ciudad señorial, muy hermosa y muy bien situada al pie de los Alpes. En un país normal, uno de esos que no tienen a Venecia, Florencia y Roma entre sus fronteras, Turín sería un destino número uno. Aquí espera a que muchos se den por aludidos y se decidan a visitarla.

Por un lado está el Turín más conocido: el de la piazza Castello, con los palacios Reale (la residencia de la familia Saboya hasta mediados del s.XIX) y Madama. Por aquí también están la iglesia de San Lorenzo (donde se muestra una copia de la Sábana Santa) y el Duomo di San Giovanni Battista, la catedral, el único edificio renacentista de Turín. Lamentablemente, sus dos tesoros no se pueden visitar, la cappella della Sacra Sindone, de Guarini, está en restauración, y no está previsto que se exhiba la Sábana Santa hasta 2025, aunque se expone una copia de manera permanente.

Este chasco se puede compensar haciendo otras cosas. Aquí van cinco ideas para conocer la ciudad.

1.El Museo Nazionale del Cinema (www.museonazionaledelcinema.org ) muestra la fascinante historia del cine italiano, lleno de arte y cotilleos. Además se encuentra en la Mole Antoneliana, el edificio más extraordinario de la ciudad.

2. Callejear. Una y otra vez habrá que pasear por la Via Roma, que sale de la piazza Castello, atraviesa la piazza San Carlo y llega hasta la piazza Carlo Felice, donde se alza la estación de ferrocarril Porta Nova. Es una avenida señorial, con soportales (señal de que aquí puede llover bastante), repleta de comercios tradicionales, con galerías decimonónicas y cafés de otro tiempo. Llama la atención que hay muy pocas tiendas de marcas internacionales. Nadie se atrevería a abrir un McDonald’s en esta avenida. Permanecen, en cambio, las tiendas de siempre, las librerías, las joyerías, las pastelerías, los delicatessen, los cafés...

3. No es todo lo conocido que debiera pero el Museo Egizio (Museo Egipcio, via Accademia delle Scienze 6), ubicado en el Palazzo dell’Accademia delle Scienze, guarda la que probablemente sea la mejor colección de arte egipcio fuera de Egipto. Sí, tal vez sea mejor que las salas egipcias del Louvre o el Británico.

4. Hasta ahora hemos visto que Turín sabe mantener sus esencias, pero eso no le impide enfrentarse al futuro, reinventándose continuamente. Un buen ejemplo es Lingotto, la antigua fábrica de FIAT que Renzo Piano ha reconvertido en un centro de tiendas, cines, cafés y hoteles. Pero lo mejor se encuentra en la azotea, famosa por la pista de pruebas de forma oval donde se experimentaba con los coches que se fabricaban allí mismo. Allí se encuentra la Pinacoteca Giovanni e Marella Agnelli, la galería de arte de los antiguos dueños de la fábrica, que muestra obras de, entre otros, Canaletto, Matisse y Modigliani. La vista sobre los Alpes se incluye de propina. Justo enfrente del Lingotto se encuentra Eataly, un complejo ubicado en la antigua fábrica de vermú Carpano y dedicado a la gastronomía italiana, donde es posible encontrar restaurantes, bares y tiendas de productos típicos.

5. Otro ejemplo de la renovación de Turín a través del diseño, el arte y la arquitectura es la Fondazione Sandretto Re Rebaudengo (www.fonsrr.org, via Modane 16), un centro cultural alternativo en un edificio completamente blanco que está transformando con sus propuestas novedosas un barrio poco atractivo. 

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