Al final de la novena temporada (NOVENA, señores), Sandra Oh, la actriz que interpreta a la doctora Yang, confirmó que dejaba Anatomía de Grey, que ya estaba bien de interpretar durante casi diez años a una doctora que casi le ha robado la identidad. Los más acérrimos fans de la serie empezamos a pensar en cómo sería la despedida de la actriz. Y parece que, ahora, con el capítulo 21 a las espaldas y cercanos al final de esta décima temporada, el desenlace está a puntito de caramelo.
El universo Shonda Rhimes, o cómo ella misma quiere que le llamemos, ‘Shondaland’, es tan de color de rosa mezclado con oscurantismo que no sabría adivinar el final de la ‘persona’ de Meredith. Lo que es seguro es que será trágico. Y lloraremos mucho, fijo.
Sin embargo, esta décima temporada está dejando un poco bajo el listón en cuanto a dramones se refiere. ¿Por qué Meredith y Derek son tan felices? ¿Ya no tiene nada reservado Shonda para ellos? La pareja principal acaba de renovar por otras dos temporadas a razón de 750.000 dólares por episodio. Ya que cobran tanto, que se les haga sufrir un poco, ¿verdad?
El problema, en esta sociedad tan moderna y ‘socializada’, es que las elucubraciones duran poco. El final de esta temporada y, por ende, el de Cristina Yang al frente de la cirugía cardiaca, ya se sabe. No en fondo, pero sí en forma. Hace unos meses que se anunció la vuelta de Isaiah Washington (el actor de color al que despidieron por comentarios homófobos y que prometieron no volvería) para darle un final adecuado a Yang. En 'Shondaland' todo puede pasar. Incluso romper promesas.