Tal y como apuntan muchos fans lo que más ha gustado es que no hay vencedores, ni vencidos, que al final en el barrio ceutí de El Príncipe, donde se ha desarrollado la historia todo el mundo pierde, todo el mundo termina “en agua salada”, es decir, en el mar asesinado o llorando.
Lágrimas se derramaron anoche, pero lágrimas tras un final tan innecesariamente acelerado que no encogieron realmente el corazón. Todo fue previsible, y, sobre todo, atropellado.
El último capítulo alarga y complica la trama innecesariamente, algo que no había pasado en los episodios anteriores, y hace que no te queden ganas de más, porque ¿realmente queremos saber cómo será la vida de Morey sin Fátima? Pues creo que no, la escena que protagonizaron ambos fue de las peores que ha producido la serie, y realmente es una pena, pues se han visto escenas muy buenas.
La muerte de José Coronado, y mira que puedo confesar que soy fan de Coronado y de su personaje, que en la primera temporada tenía la historia más triste y rompedora que se ha escrito en los últimos años en la ficción televisiva española, y además creíble, ha sido un error.
Final de El Príncipe ¿Qué os ha parecido?Una foto publicada por Jose Coronado (@_josecoronado_) el20 de Abr de 2016 a la(s) 3:24 PDT
El jefe de la comisaría, Fran, es fiel a Morey, hasta el final, como si estuviera intentando recuperar la juventud perdida y viera en él una historia de amor que le hubiera gustado vivir. Su integridad inquebrantable como solo los héroes pueden demostrar, los héroes policiales, que sólo son héroes en las películas, pues en la vida real esos 5,2 millones de español@s no muestran tanto respeto, y mucho menos admiración.
Las escenas post-desenlace fueron aún más innecesarias por mucho torso que enseñara Álex González.
Lo realmente impactante hubiera sido la muerte de Alex y Hiba, los amantes, como si de un Romeo y Julieta se tratara y, dejar vivir a Fran como el auténtico héroe de la historia, que huebiera vuelto a comisaría con sus compañeros y a seguir trabajando por erradicar el yihadismo.
Y es que las explicaciones ofrecidas por Aitor Gabilondo, creador de El Príncipe junto a César Benítez, a lainformación.com de haberse ceñido al estereotipo del western, del héroe en solitario, no convencen.
La apuesta parece ir más encaminada a poder seguir contando las historias de este 'llanero solitario moderno'. En otra ciudad, en otro puerto, en otro país.
La pregunta que nadie se atreve a hacer ¿por qué no centrarse en el verdadero héroe de la historia, el héroe real, Fran? Ahí lo dejo…
