La situación financiera de la familia Asensio poco o nada tiene que ver con la del Grupo Zeta, su maltrecho negocio de medios de comunicación. Mientras la editora de El Periódico de Catalunya, Sport, Tiempo e Interviú mantiene una economía de guerra que ha obligado a sus responsables a adelgazar plantilla, recortar sueldos, pedir auxilio a la banca acreedora y vender la emblemática Ediciones B, la SICAV de sus dueños ha ganado valor progresivamente durante los últimos años. Tal es así que su patrimonio ya ronda los 100 millones de euros.
La sociedad está depositada en UBS y su presidente es Antonio Asensio Mosbah, quien tomó el bastón de mando del Grupo Zeta unos años después de la muerte de su padre, Antonio Asensio Pizarro. Como consejeros, figuran Ingrid Asensio Mosbah –su hermana- y Manuel Jiménez Díaz Egoscozabal. Su capitalización actual es de 99,12 millones de euros, es decir, el 2,35% mayor que en 2016, según datos del Mercado Alternativo Bursátil.
En el último folleto trimestral remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se especifica que la SICAV cuenta con 118 accionistas y con inversiones financieras por valor de 79,37 millones de euros. De esta cantidad, 875.000 euros se encuentran dentro de España y 78,44 millones fuera del país. Su liquidez es de 20,59 millones de euros.
La familia Asensio mantiene actualmente inversiones en compañías como Orange, Repsol, Telefónica, Nestle, Novartis, Pfizer y Total; y en fondos de inversión de Black Rock, JP Morgan y Pimco. En el capítulo variable, la SICAV ha obtenido rentabilidades de hasta el 20%, según ha detallado a la CNMV.
El día y la noche
El progresivo incremento de la fortuna familiar contrasta con la decadencia que ha sufrido durante la última década su negocio de medios de comunicación, que ha estado al borde del abismo desde el inicio de la crisis económica por los malos resultados de sus negocios y las dificultades para abordar en tiempo y forma sus obligaciones con Hacienda y con los bancos.
Estos últimos le concedieron un respiro hace unos meses después de refinanciar –de nuevo- su deuda financiera, que rondaba los 100 millones de euros a principios de 2017. Ahora bien, durante la negociación el grupo adquirió una serie de compromisos que le obligarán a plantear nuevos recortes en su plantilla próximamente e incluso a deshacerse de algunos de sus negocios. En este sentido, cabe recordar que el pasado abril vendió Ediciones B a Penguin Random House por 39 millones de euros.
Entre los acreedores de Zeta se encuentran CaixaBank (20 millones), Banco Popular (19,5), Banco Sabadell (14,5) y BBVA (9,5), además del Instituto Catalán de Finanzas (13 millones).
En los comités de empresa de la compañía tienen claro que en los próximos meses la empresa planteará otro recorte de los costes laborales que podrían implicar nuevos despidos en la plantilla, que se ha reducido desde 2.500 hasta alrededor de un millar de efectivos en la última década.
Las últimas salidas se produjeron a finales de diciembre, tras la aplicación de un duro Expediente de Regulación de Empleo que afectó a más de una veintena de personas en el diario deportivo Sport.
El grupo cerró 2016 con unas pérdidas de 7,5 millones de euros y con serios apuros para afrontar el vencimiento de 6 millones de deuda. La empresa que más pérdidas registró fue El Periódico de Catalunya S.L. (-2,2 millones), seguida de Ediciones Zeta S.A. (-1,77 millones), Gráficas de Prensa Diaria S.A.(-1,64 millones) y Ediciones Deportivas Catalanas S.A. (Sport, con -575.000 euros). Un panorama muy diferente al de la SICAV de los Asensio.