El grupo de accionistas “rebelde” de Vocento que reclama una junta general extraordinaria destinada a dirimir el futuro del grupo por otros derroteros, y que comanda ya sin ambages Jaime Castellanos, va tomando decisiones en serio en su intento de hacerse con el control para imponer sus criterios de gestión: ha contratado los servicios del bufete de abogados Uría & Menéndez y del “proxy adviser” (firmas suya actividad se centra en realizar recomendaciones sobre cómo deberían los inversores votar en las juntas generales de accionistas) Georgeson.
Una de las “proxy” más reconocidas en su sector, Georgeson (con oficina abierta en Madrid) se encarga de captar todos los apoyos posibles de cara a esa Junta General prevista para el 26 de abril, donde los hermanos Castellanos y las familias Bergareche y Urrutia, que según fuentes cercanas al grupo “se han planteado la operación como si de una OPA se tratara”, esperan variar radicalmente el rumbo de Vocento. El grupo, liderado cada día de forma más abierta por Castellanos, ha fichado también como asesora de prensa a la periodista Pilar Trucios, hasta el 1 de enero de este año responsable de comunicación de Bankia.
Jaime Castellanos se ve ya vencedor
El consejo de Vocento, reunido ayer en jornada maratoniana, proseguirá esta tarde a partir de las 8. Ante el silencio de la familia Ybarra, propietaria en conjunto de un 33% del capital, cada vez existen menos dudas de que los “rebeldes” terminarán llevándose el gato al agua. La estrategia parece apuntar claramente a una segregación del diario ABC, que reemprendería su camino de la mano de las hermanas Luca de Tena, como en los viejos tiempos, mientras que el grupo vasco volvería a concentrarse en los diario regionales para, desde esa plataforma, plantear un nuevo movimiento de consolidación con otro grupo, con Unidad Editorial siempre en la reserva.
Frente al apocamiento de los Ybarra –los dos hermanos, cuyas diferencias son de sobra conocidas, parecen ir a una en esta ocasión- que siguen sin mover ficha, al menos que se sepa, el grupo que dirige Castellanos, factótum en su día del “pelotazo” que supuso la venta del grupo Expansión a los italianos de RCS, propietarios en España de Unidad Editorial, no se recata en declararse vencedor de la pelea. “Esto está ganado”, aseguraba estos días a un importante editor catalán, al que recomendaba no inmiscuirse por ahora en el lance.
