El físico teórico Alberto Sicilia se ha convertido en un fenómeno de internet gracias a su "Carta de un investigador al rey Juan Carlos", una misiva dirigida al jefe de Estado en su blog que se ha erigido como bandera de la indignación de muchos ciudadanos, especialmente jóvenes.

En esta carta, que ya cuenta con miles de visitas gracias a su movimiento en redes sociales, Sicilia habla de "tres alegrías" en sentido irónico que se ha llevado desde que, tras una carrera de investigación en Cambridge o París, decidió volver a España en 2011. La primera alegría es ver cómo "Francisco Camps obtenía un doctorado cum laude apenas 6 meses después de dimitir como presidente de la Generalitat". La segunda consistía en que "la inversión en ciencia se recortaba en 600 millones de euros con los Presupuestos Generales del Estado".

"Acepté trabajar en España por muchos menos recursos de los que ganaba en el extranjero"

A continuación vienen las palabras dirigidas directamente al monarca: "he sufrido la tercera y definitiva conmoción al saber de tu safari. Dicen los periódicos que costó 37.000 euros, dos años de mi salario. Al regresar a España, entendí que atravesábamos una situación económica complicada. Por eso acepté trabajar con muchos menos recursos de los que ofrecía Cambridge y un sueldo inferior al que ganaba cuando era estudiante de primer año de doctorado en París".

Sicilia describe el suceso ocurrido al monarca como su definitiva caída del caballo: "Juancar, tengo que darte las gracias. Tu aventura en Botsuana me ha hecho comprender, definitivamente, cómo es el país al que regresé. Regresé a un país donde el Jefe del Estado se va a cazar elefantes mientras cinco millones de personas no tienen empleo. Regresé a un país donde el Jefe del Estado se opera de prótesis de cadera en una clínica privada, mientras miles de compatriotas esperan meses para la misma intervención. Regresé a un país donde el Jefe del Estado se va de vacaciones en jet privado mientras se fulminan las ayudas a las personas dependientes".

La conclusión de este físico es muy pesimista, y además destaca la doble moral del monarca cuando afirmó en su discurso de Nochebuena (en una alocución forzada por el 'caso Urdangarín') que “todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar”.