El Gobierno sigue dando vueltas a cómo llevar a cabo, sin gastar un euro, el denominado Dividendo Digital -reordenación del espacio radioeléctrico que permitirá la prestación de servicios avanzados de comunicaciones electrónicas en España-. La nueva hoja de ruta que diseña el Ministerio de Industria busca la supresión de canales de televisión para ahorrar los 800 millones de euros que implicaría el proceso de migración de los mismos. El problema está en qué canales eliminar.
Las televisiones privadas nacionales no están dispuestas a perder canales, pero sí a llevar a cabo una mayor compresión de los mismos con el objetivo de facilitar la operación, según fuentes del sector. Al parecer, podrían ponerse de acuerdo en compartir un multiplex para sus canales HD y así allanar el camino. Además, según otras fuentes consultadas, el ahorro de gran parte de los 800 millones de euros pasa por la eliminación de los segundos y los terceros canales autonómicos -ya que estos cuentas con tres múltiplex, los cuales en la mayoría de regiones dos están en desuso (salvo Andalucía, Cataluña, Valencia, Baleares, Murcia, y La Mancha). El objetivo es que dos de los tres multiplex que utilizan queden liberados.
Asimismo, sería necesario liberar otro de los dos múltiplex de Televisión Española, ya que la pública nacional puede concentrar en uno sólo todos sus canales, rebajando calidad de imagen y renunciando a TVE1 HD). En este sentido, el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Víctor Calvo-Sotelo, aseguró hace unos días en que confía en lograr consenso en las próximas semanas con las cadenas para reconfigurar el espectro de la TDT.
Si los actores implicados llegan a un acuerdo en esta línea, el Estado se ahorraría la mayor parte de las inversiones previstas, un desembolso que los antenistas esperan como agua de mayo. Los principales damnificados serían, por ello, los miembros de Fenitel (Federación Nacional de Instaladores de Telecomunicaciones) que esperaban facturar en torno a 500 millones de euros, así como Abertis Telecom, que tiene previstas operaciones logísticas por valor de unos 250 millones de euros a cuenta del Dividendo Digital.
El Estado ingresó 2.000 millones para llevar a cabo la reordenación
El Ejecutivo nacional, en febrero de 2011, convocó una subasta-concursó por la frecuencias por las que el Estado recaudó 2.000 millones de euros (1.815 M€ una primera roda y 185 M€ en una segunda) de las operadoras de telecomunicaciones, tal y como recuerdan fuentes del sector. Del total, el entonces ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró que se dedicarían 800 millones a facilitar dicha migración de frecuencias con el objetivo que los ciudadanos no vieran repercutido el coste del mismo. Pero el actual Gobierno se encontró con que la caja está vacía y que debe llevar a cabo los procesos comprometidos en las licitaciones. No obstante, el montante recaudado se hizo a través del Tesoro por lo que pasó a formar parte de la caja única del Estado.