Silvio Berlusconi oficializó el pasado 15 de marzo una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre todas las acciones de Mediaset España que no controla. Su intención es la de crear un grupo paneuropeo de medios y entretenimiento, "con una posición de liderazgo en sus mercados locales, mayor escala para competir y potencial para expandir aún más su huella geográfica en toda Europa".
Desde que lanzó esa propuesta, han sido varios fondos de inversión los que han actualizado su posición en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y se han situado dentro del grupo de ‘accionistas significativos’ de la compañía, tanto por las acciones e las que disponen como por los derechos de voto con los que cuentan.
En total, las entidades que han reconocido su presencia directa o indirecta en el capital. En este sentido, hay que tener en cuenta que la intención de Berlusconi es la de controlar al menos el 95,6% de los títulos de su filial española con la citada OPA. Por tanto, de la aceptación o el rechazo de estos fondos dependerá el éxito de su operación.
El alemán DWS Investment controla actualmente el 3,4% de los derechos de voto, mientras que el fondo soberano noruego (Norges Bank) acapara el 2%. Credit Suisse Group aglutina el 1,17%, mientras que Sand Grove Opportunities, el 2%. Dentro del cuadro de principales accionistas, también se encuentra Melqart Opportunities (2% indirecto). El grupo está dominado por Silvio Berlusconi, que reconoció una participación del 55%.
La oferta de Berlusconi
La oferta que ha lanzado a los accionistas minoritarios implica el pago de 5,6 euros por acción y está dirigida a un total de 138.763.426 acciones de Mediaset España, tal y como reveló el 15 de marzo la compañía de origen italiano, con sede social en Países Bajos.
Estos 5,6 euros se remuneran de la siguiente forma: por cada acción de Mediaset España se obtendrá un montante de 1,8 euros y 4,5 participaciones de 'clase A' -con un máximo de 624 millones de títulos- de Media for Europe. Es decir, del conglomerado audiovisual europeo que comanda el expresidente italiano.
Los Berlusconi esperan lograr un mínimo del 95,6% del capital social de la filial española con la oferta. De hecho, está condicionada a que se alcance ese porcentaje. En el momento de lanzar la oferta, la compañía cotizaba a 5,12 euros en la Bolsa de Madrid. Es decir, la prima que se prometió a quienes acepten era del 9,6%.
Después de la sesión bursátil de este martes, la participación de la compañía tenía un valor de 4,55 euros. La acción ha caído el 11,2% desde ese día.
El objetivo de Berlusconi con esta operación es aglutinar sus activos audiovisuales en el grupo Media for Europe, con sede en Países Bajos y presencia en España, Italia y Alemania. Todo, en un momento en el que Vivendi ha realizado algunas maniobras expansionistas en el sur de Europa y en el que las nuevas formas de ver la televisión han ganado presencia en los mercados.
En la propia documentación de la OPA se hace referencia a esto: las televisiones convencionales "se están volviendo cada vez más vulnerables a la competencia proveniente del gigante tecnológico internacional y al debilitamiento de su poder de negociación frente a todas las principales partes interesadas de la industria que ya dependen de una huella internacional".
A la vez, los cambios en el mercado publicitario amenazan el margen de beneficio que han obtenido estas empresas. En el caso de la filial española de los Berlusconi, ha sido de 1.600 millones de euros durante los últimos diez años.
Con la operación, Media for Europe espera poder incrementar los recursos de producción internos y tener una mayor capacidad para suministrar contenido a terceros, en particular a las compañías de contenido bajo demanda. Entre otras cosas, prevé ahorrar 55 millones de euros anuales con las sinergias que quiere crear entre España e Italia.
El grupo ha asegurado que España mantendrá su propio Consejo de Administración y que esta filial seguirá produciendo contenidos como hasta ahora, con los mismos puestos de trabajo.