Medios

Los Berlusconi se fijan en la Cadena SER y vuelven a chocar con los intereses de Vivendi

Pier Silvio Berlusconi ha expresado en público su disposición a comprar la SER en caso de que surja la oportunidad. Ahí se puede registrar otro punto de choque con Vivendi

  • Micrófonos de la Cadena Ser.

La paz que alcanzaron Mediaset y Vivendi, en 2021, siempre ha sido frágil. Más bien podría definirse como un armisticio. Así que tras el fallecimiento de Silvio Berlusconi hubo algunos medios italianos que especularon con la posibilidad de que la multinacional francesa se lanzara a por Media for Europe (el holding que agrupa los activos audiovisuales del expresidente transalpino) en este proceso de transición.

Hace unos días, el primogénito de Il Cavaliere, Pier Silvio, tras ser proclamado como el gran heredero del imperio audiovisual de su padre, realizó unas declaraciones en público en las que expresó su disposición a adquirir la Cadena SER en caso de que se presente la oportunidad. Esto chocaría con los intereses de Vivendi, una empresa que aglutina el 11,79% de los títulos de Prisa y que hace más de un año manifestó su voluntad de crecer dentro del accionariado de la editora de El País.

Fuentes del Partido Popular explicaron recientemente a Vozpópuli que desde la dirección de Génova 13 se dio la orden de trasladar a Vivendi hace unas semanas un mensaje, y es que, si quisiera crecer en Prisa, desplegarían una ‘alfombra roja’ en caso de que Alberto Núñez Feijóo llegara al Gobierno. 

El nexo entre Oughourlian y Vivendi

Vivendi mantiene buenas relaciones con el presidente de Prisa, Joseph Oughourlian. De hecho, la alianza entre ambas partes posibilitó al líder de la multinacional francesa, Vicent Bolloré, tomar el control del Consejo de Administración de Lagarère hace casi dos años. Sin embargo, esta empresa ha generado siempre desconfianza en Ferraz, dada la línea conservadora de sus medios en Francia.

En España, no existe una libertad de mercado como tal en los sectores de interés estratégico. Entre ellos, el de los medios de comunicación. Esto se debe a que desde marzo de 2021 existe una normativa anti-opas por la que Moncloa debe dar el visto bueno a las operaciones que contemplen intercambios de más del 10% de las participaciones de estas compañías, entre las que se encuentran Prisa y Atresmedia. Así que el Ejecutivo tiene una especie de derecho de veto ante movimientos indeseados.

Desde Prisa nunca han manifestado su desconfianza porque Vivendi pueda realizar alguna maniobra hostil para ganar músculo en el grupo, al igual que hizo en Mediaset cuando se inició la guerra entre estas dos empresas. Ahora bien, Oughourlian aspira a recuperar su inversión en Prisa -unos 300 millones de euros-, al menos, en parte. Así que Vivendi podría llegar a ser un buen aliado en este sentido.

Por otra parte, la multinacional francesa genera menos desconfianza en el PP que en el PSOE. Eso provocaría que, en caso de cambio de Gobierno, el escudo anti-opas no fuera un condicionante para Bolloré.

El viejo interés de los Berlusconi por la SER

En lo que respecta a Media for Europe, su interés por la Cadena SER no es nuevo. A finales de 2022, desde Mediaset España difundieron en privado su voluntad por entrar de alguna forma en el accionariado de este medio de comunicación. A Silvio Berlusconi siempre le atrajo la idea de disponer de una cadena de radio en España para mejorar su potencial comercial –Atresmedia, su gran competidor, dispone de Onda Cero-. Sin embargo, nunca llegó a completar esta operación.

Tras la llegada de Borja Prado a la presidencia –no ejecutiva-, volvió a plantearse esa opción. Ahora bien, desde Prisa fueron tajantes en ese sentido y negaron su interés en explorar una posible venta de una parte de la SER para aliviar sus urgencias financieras. De hecho, a las pocas semanas anunciaron el lanzamiento de unos bonos convertibles en acciones que proporcionó al grupo más de 100 millones de euros de liquidez para afrontar el encarecimiento de su deuda, ocasionado por el incremento de los tipos de interés en la Eurozona.

El gallinero mediático se revuelve en Europa

Sea como sea, los rumores del mercado –avivados por varias de las principales cabeceras italianas- destacan los intereses cruzados entre Media for Europe, Vivendi, Telecom Italia –los Bolloré poseen el 23,75% del grupo- e incluso RCS MediaGroup, la propietaria de El Mundo, Marca y Expansión.

La Repubblica se hizo eco hace unas semanas del posible interés de Urbano Cairo (principal accionista de RCS) por tomar el control de Media for Europe- A Unidad Editorial llegaron esos días rumores que apuntaban a que Cairo habría mantenido conversaciones con la gran banca italiana para realizar este movimiento; e incluso habría planteado la opción de deshacerse de RCS para adquirir MfE.

Esos rumores se diluyeron cuando Pier Silvio fue confirmado como el nuevo gran líder y ratificó que su intención es la de quedarse con el negocio, sobre cuya evolución se han mostrado optimistas. Ahora bien, la sombra de Vivendi es alargada.

Los franceses se comprometieron en 2021 con Silvio Berlusconi a deshacerse de su participación en MfE cuando alcanzara un precio en bolsa que les permitiera extraer rentabilidad de su inversión. Sin embargo, esa venta no se ha completado porque las acciones no han remontado, así que siguen presentes en su cuadro de socios y todavía representan una amenaza para Fininvest.

Mientras tanto, Mediaset ha lanzado un guiño a Prisa; y el PP a Vivendi, para transmitir que vería con buenos ojos que se hiciera con el control del grupo si llega al Gobierno. En mitad de una caída generalizada de ingresos publicitarios en el sector mediático europeo, parece que los peces más gordos del mercado velan sus armas.

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