Nueve meses después de que Boyacá y SGEL trasladaran a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) su intención de fusionarse, el regulador ha dado el visto bueno a esta operación, aunque lo ha hecho tras imponer una serie de condiciones a estas empresas, ante los riesgos para la competencia que entraña su unión, dado que son los dos principales operadores de este sector.
La operación -adelantada por Vozpópuli el pasado marzo- implicará la creación de una nueva compañía que estará participada de forma mayoritaria por Boyacá (65%) y de la que SGEL controlará el 35% del capital.
Se confirmará en un momento muy complicado para las publicaciones impresas, después de 15 años de caída continuada de sus tiradas. Este proceso -iniciado con la 'revolución digital'- se acentuó con la llegada de la pandemia de covid-19, cuando el Gobierno impuso limitaciones de movimiento para la población.
Esta situación ha impulsado a la CNMC a aprobar la fusión de Boyacá y SGEL, pese a que reconoce que limitará la competencia en el mercado. "La entidad resultante incrementa su poder negociador frente a los editores, puntos de venta, y otras distribuidoras, y refuerza su capacidad y los incentivos para imponerles condiciones comerciales más perjudiciales. Asimismo, tendrá menos incentivos para mejorar el servicio e invertir en innovación", expone, en un comunicado.
Condiciones de la operación Boyacá - SGEL
Por esta razón, ha impuesto a la empresa resultante una serie de condiciones que deberán cumplir una vez comience a funcionar. Entre otras cosas, no podrá empeorar las condiciones a los puntos de venta tradicionales en un período de tres años. En ese tiempo, deberá respetar los contratos firmados para la distribución de prensa diaria.
Los contratos sólo se podrán renegociar-con los editores condiciones comerciales y económicas- ante caídas de sus ventas superiores al 15%.
Por otra parte, en el caso de que la empresa de distribución de prensa ofrezca al punto de venta la posibilidad de vender productos alternativos (editoriales y no editoriales), dicho quiosco no estará obligado ampliar su oferta si no lo estima conveniente.
Hay que recordar que Boyacá es líder en distribución de prensa en España y trabaja en 21.000 puntos de venta repartidos en 5.000 localidades de todo el país. En total, reparte más de 2 millones de periódicos al día y realiza más de 100.000 suscripciones diarias a domicilio, según los datos recogidos en su página web.
El grupo, fundado por Urbano Villanueva en 1974, está constituido por más de 50 empresas y, además de la distribución de periódicos y revistas, también ofrece servicios de recarga de telefonía y tarjetas de transporte local. También cuenta con una división de transporte que da servicio a compañías del sector de la moda, concesionarios, automoción, sanitario y textil.
Por su parte, SGEL es el líder en la distribución de revistas internacionales en España y el principal exportador de revistas españolas en el extranjero. La compañía también cuenta con una filial de comercio electrónico, Celéritas.
Sgel, fundada en 1914 por el grupo Hachette, está actualmente presidida por Eduardo Montes, expresidente de Siemens España y de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa).
Según los datos que figuran en el Registro Mercantil, la empresa Boyacá Distribuidor de Publicaciones facturó en 2019 un total de 92,2 millones de euros, frente a los 94,8 de 2018 y los 77,3 de 2017. En los tres ejercicios, cerró con números rojos que ascendieron, en total, a 2,1 millones de euros.
Otra de las sociedades del grupo, Transportes Boyacá, facturó durante 2019 un total de 101 millones de euros, mientras que, en 2018, 114,19. Sus beneficios en estos ejercicios fueron de 2,9 y 2,3 millones, respectivamente.
En cuanto a Sociedad General Española de Librería, Diarios, Revistas y Publicaciones (SGEL), en 2019 obtuvo una cifra de negocio de 198,5 millones de euros, frente a los 245 de 2018 y los 287,1 de 2017. En este tiempo, logró un beneficio de 13 millones de euros.
