Hay un viejo debate en los medios de comunicación que es difícil de resolver. Tiene que ver con la conveniencia de ofrecer a su audiencia las imágenes más explícitas de los temas de actualidad. Las que contienen violencia y podrían dañar la sensibilidad de los espectadores. En esos casos, hay una frontera que a veces se estrecha entre la información y el morbo. Sobre este tema se ha pronunciado recientemente la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Lo ha hecho en dos resoluciones de su Sala de Supervisión Regulatoria -que ejerce de autoridad audiovisual nacional- en las que analiza dos denuncias relacionadas con sendas informaciones emitidas unas semanas atrás en los noticiarios de La Sexta y de Telecinco.
En sus informes, advierte a los responsables de los telediarios de estas cadenas de la necesidad de proteger a la audiencia de los contenidos más truculentos a través de mensajes que indiquen de forma clara que lo que van a ver a continuación no es apto para todos los públicos.
La noticia de La Sexta
La primera tiene que ver con una pieza informativa emitida en la segunda cadena de Atresmedia el pasado 17 de mayo, en la que se relatan unos sucesos violentos ocurridos en Buffalo (Estados Unidos), donde una persona dispara por motivos racistas a varios clientes de un supermercado, mientras emite la acción en directo por internet.
La noticia muestra “las imágenes grabadas por el propio sujeto, en las que se ve como baja de un coche portando un arma de fuego y, mientras se dirige al supermercado, dispara contra varias personas que se muestran con el rostro pixelado, pero se ve como caen al suelo, uno a uno”, según la resolución.
Y añade: “Mientras continúa disparando dentro del supermercado, la voz en off (explica) “Son asesinatos racistas, basados en la teoría del reemplazo. (Esta teoría defiende) que los estadounidenses blancos corren el peligro de ser sustituidos por minorías negras o latinas”.
El caso de Telecinco
El informativo de Telecinco sobre el que se ha referido la CNMC se emitió el pasado 12 de abril. La denuncia anónima recibida por el regulador audiovisual criticaba el tratamiento que realizó la principal cadena de Mediaset sobre el confinamiento en Shangái (China).
Durante la información, la presentadora afirma que “la situación en Shangái, por el estricto confinamiento por la covid en China sigue dejando imágenes de violencia y de crueldad”.
La población –continúa- “es inmovilizada con ganchos metálicos o duerme en cajas de cartón, por la falta de medios en los centros de cuarentena. Los animales... las mascotas de los contagiados, están siendo sacrificadas”.
A continuación, se observaban imágenes relacionadas con los hechos descritos, entre otras, de “una serie de personas” que eran apaleadas. “Se ven bolsas cerradas, cada una de ellas con varios animales en su interior moviéndose y guardias matando a animales domésticos”, añadía la informadora.
Mediaset alegó ante la CNMC que ese tema era de “absoluta actualidad informativa” y que esas imágenes eran “pertinentes o necesarias para la comprensión” y denuncia de lo sucedido. También incidió en que no hubo en ningún caso emisión de “violencia intensa” o cruel que pudiese requerir de algún tipo de aviso o advertencia a los telespectadores dado que, entre otras cosas, se pixeló la imagen del animal agredido”.
En lo que respecta a Atresmedia, apuntó en su alegato que las emisiones se produjeron fuera del horario de protección reforzada, “sin que pueda afirmarse que dichas emisiones merecieran una calificación de no apta para menores de 18 años”. También defendió que la crudeza de estas imágenes se vio neutralizada porque estaban pixeladas y, por tanto, no podían ser consideradas como un contenido inadecuado.
En ambos casos, el regulador les ha emplazado a emitir una “advertencia verbal” en sus noticiarios en caso de que sus imágenes sean perjudiciales para los menores de edad. En otras palabras, no pide contención a la hora de emitir este tipo de información explícita, pero incide en la necesidad de que esté acompañada de algún aviso.
Precedente sobre las tertulias
Cabe recordar que no es la primera vez que la CNMC se pronuncia sobre los contenidos informativos que emiten las televisiones privadas. Sin ir más lejos, unas semanas después del asesinato del niño Gabriel Cruz, publicó dos resoluciones en las que señalaba las malas prácticas que se habían llevado a cabo en este caso.
“El tratamiento informativo de los sucesos que despiertan interés en la sociedad no debe incluir hipótesis o conjeturas sobre posibles culpables cuando se identifica a estos o se dé información que permita identificarlos. Tampoco deben difundir rumores, especulaciones o informaciones no contrastadas. Ni siquiera cuando forme parte de un contenido de entretenimiento y no meramente informativo”, expresó.
Apeiron
Me cuesta entender por qué tiene que apercibir la CNMV por los contenidos a nadie. ¿Es una violación de la libre competencia que las cadenas de tv privadas emitan imágenes fuertes sin avisar o que hagan juicios falsos o no contrastados? ¿O es que sus licencias de emisión incluyen el cumplimiento de algún código ético que la CNMV deba supervisar? La excusa de proteger a los niños, a quien por otro lado no se duda en intoxicar con todo tipo de ideología woke hasta en los planes de estudio, no me sirve. Porque a mis hijos ya los cuido yo, no necesito que la CNMV aperciba a nadie ni que el gobierno prohíba la pornografía o las imágenes fuertes.