El Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) intervendrá en la negociación del expediente de regulación de empleo de la Agencia EFE. Será la que resuelva el conflicto que ha bloqueado las negociaciones entre la empresa y los representantes de los trabajadores en la búsqueda de una rebaja de los costes salariales de una compañía que urge recortar gastos para salir de los números rojos.
El próximo lunes, la empresa y el comité de empresa se reunirán en el SIMA. Según informó el propio comité, la empresa ha planteado la necesidad de reducir la masa salarial en un 25,5 por ciento, una cifra que en base al ahorro urgido en un inicio significa que todavía deben ahorrarse hasta 15 millones de euros. Los sindicatos denuncian que tan sólo se ha considerado un 2,1% (1,2 millones de euros) las medidas voluntarias negociadas y que han supuesto que se hayan adherido a las medidas voluntarias 108 jubilaciones, 16 bajas incentivadas y 76 reducciones temporales de jornada del 25%.
El comité, en este sentido, asegura no compartir que “a pesar de ese esfuerzo de la plantilla, la empresa siga manteniendo, sin argumentación, su pretensión de una rebaja salarial superior a la pactada”, lo que ha llevado a que la sesión finalizara sin acuerdo y se decidiera solicitar la mediación, no vinculante, en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje.
Álex Grijelmo, predecesor en la presidencia de José Antonio Vera, dejó una herencia económica en la Agencia de menos 5,8 millones de euros. Los números rojos son consecuencia de la severa merma de ingresos, ya que en los últimos años ha sufrido la marcha de numerosos clientes. Para contrarrestar esta situación financiera la compañía estima imprescindible que los costes laborales, los cuales suponen cerca del 80% del presupuesto, bajen de manera considerable.
La agencia de noticias incorporó en torno a 10 nuevos trabajadores en las semanas previas al anuncio del expediente de regulación de empleo para hasta 275 trabajadores. Fuentes de la compañía pública aseguran que no parece “demasiado adecuado que mientras se plantea mandar a la calle a un número muy importante de trabajadores se contrate a gente externa”. “Más cuando en la agencia hay profesionales a los que se les podría haber ofertado cubrir dichos puestos”, añaden las mismas fuentes.