La Fórmula 1 tenía un interés minoritario en España hasta principios del siglo actual, cuando Fernando Alonso comenzó a destacar como piloto. Desde ese momento, sus audiencias aumentaron, con la consiguiente revalorización de sus derechos televisivos. Hace un lustro, las carreras comenzaron a verse en exclusiva en la televisión de pago, pero en 2019 sufrieron un bajón de audiencia como consecuencia de la retirada del piloto asturiano.
Su vuelta a la categoría reina del automovilismo -de la mano de Renault- se ha anunciado en un momento en el que se encuentra abierta la negociación para la adjudicación de los derechos de retransmisión para las próximas temporadas. Los principales interesados en este producto son Telefónica -la actual tenedora- y DAZN, tal y como explican fuentes del mercado. En la última ocasión, la adjudicación se cerró con menos de seis meses de antelación al Mundial.
Telefónica se aferra a su experiencia manejando el producto desde 2014, con un canal ad hoc, el expertise de tratar con otros operadores del mercado español -el Gran Premio de España deberá emitirse desde este año abierto por haberse declarado de interés público-, el percibir "buena sintonía" con los responsables comerciales de la Fórmula 1 durante el año del coronavirus y y el factor de tener de su lado al famoso locutor de la competición Antonio Lobato, quien ha pedido públicamente a la compañía que haga un "esfuerzo" por mantener los derechos en 2021.
En suma, la propia empresa que gestiona los derechos de la Fórmula 1, la Liberty Media de John Malone, tiene desde hace poco un sólido vínculo empresarial con la empresa que dirige Jose María Álvarez-Pallete: en mayo fusionaron sus negocios en el Reino Unido.
El factor Alonso...y el de Sainz
Evidentemente, el regreso de Alonso ha hecho más apetitoso este producto, al igual que ocurre con la llegada de Carlos Sainz Jr. a Ferrari, dado que eso podría abrirle la posibilidad de ganar carreras.
Si bien Carlos no parte como el primer piloto del Cavallino Rampante, su estancia allí, sumada a su ascendente performance, le permiten soñar con ser eventualmente campeón mundial.
Y ya se sabe que los deportes tienden a ser más atractivos para el gran público español cuando un deportista nacional logra triunfos con asiduidad, como los dos campeonatos mundiales que catapultaron a Alonso a partir de 2005 con Renault y que hicieron luego populares sus batallas por el título a bordo del McLaren y el Ferrari.
El cambio en la audiencia
Basta consultar los datos de audiencia de las dos últimas temporadas para cerciorarse de la tracción que tiene para el público un piloto, si no campeón, con mística ganadora.
Según los datos proporcionados a Vozpópuli por Barlovento Comunicación -elaborados a partir de la información de Kantar Media-, la cuota de pantalla de la Fórmula 1 durante la temporada 2018 fue de 2,8 puntos, frente a los 1,6 de 2019.
Es decir, la caída entre una y otra campaña fue del 42,9%, una cifra "importante" según fuentes de mercado. ¿Cuál fue la diferencia? En la primera, Fernando Alonso se encontraba en activo (compitiendo de la mano de McLaren). En la segunda, se había retirado temporalmente de la Fórmula 1.
La diferencia de audiencia entre ambas temporadas no fue tan grande si sólo tenemos en cuenta la audiencia de la televisión de pago -y no la global-, pero, aun así, fue sustanciosa. En concreto, la cuota de pantalla fue el 32% menor en 2019 que en 2018. Así las cosas, todo apunta a que en 2021, la Fórmula 1, tanto por Alonso como por Sainz en Ferrari, resurgirá en España.
