El presidente de Radiotelevisión Española, José Manuel Pérez Tornero, ha expuesto en sus más recientes intervenciones públicas varios de los proyectos que baraja para los cinco años y medio de mandato que le quedan al frente de la corporación. Entre ellos, se encuentra el de impulsar los telediarios para que vuelvan a luchar por el liderato, el de pugnar por grandes competiciones deportivas, como el Mundial de Catar; o el de desarrollar una plataforma de contenidos bajo demanda.
En la cúpula de la corporación, expresaron extraoficialmente antes del verano su deseo de disponer para 2022 de un presupuesto similar al del año anterior, que fue de 1.127 millones de euros e incluyó una partida especial –dentro de las cuentas generales del Estado- destinada a sufragar los Juegos Olímpicos de Tokio.
Sin embargo, será difícil que se alcance esa cantidad el próximo año si se tiene en cuenta que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado presenta un recorte de 30 millones de euros (-6,3%) de la aportación para RTVE, que será de 443 millones, frente a los 473 del ejercicio anterior.
También hay que tomar en consideración que el último borrador del Anteproyecto de Ley General Audiovisual –pendiente de aprobación- incluye una novedad que afecta a RTVE, pues elimina la obligación de las compañías de telecomunicaciones de financiar este servicio público con el 0,9% de sus ingresos.
En su lugar, le impone esta ‘tasa’ a los nuevos operadores audiovisuales. Sin embargo, la facturación en España de los Netflix, HBO o Amazon Prime Video es menor que la de las ‘telecos’, lo que podría afectar a los ingresos futuros de la corporación.
Cabe recordar que RTVE se financia a través de las cuentas públicas, de la denominada Tasa Radioteléctrica –sobre 400 millones de euros-, de los patrocinios y de la aportación de las ‘telecos’ y de las televisiones privadas sobre sus ingresos anuales.
Proyectos de Pérez Tornero
Hay que tener en cuenta que José Manuel Pérez Tornero y su equipo se han enfrentado durante los primeros meses de mandato a la escasez de recursos económicos para poner en marcha todos los proyectos que tienen en cocina. Eso llevó –como reconoció a principios del pasado verano, en un acto público con periodistas- a aplazar a enero la toma de las primeras grandes decisiones sobre la parrilla de programación de La 1.
A partir de ahora, habrá que ver los fondos con los que cuenta para este fin, pues la aportación de los Presupuestos Generales del Estado será menor y la actual Ley de Financiación de RTVE –la que eliminaba la publicidad de sus canales- es demasiado rígida como para permitir la apertura de vías de ingresos alternativas para financiar los proyectos, tal y como han denunciado anteriores presidentes como José Antonio Sánchez y Rosa María Mateo.
A esta situación no ayuda el hecho de que la corporación destine anualmente más del 40% de sus ingresos a sufragar los costes de su plantilla, que en 2020 fueron de 437 millones de euros. De esta cantidad, 337 se correspondieron con los sueldos de los 6.500 empleados y 99,35 con sus cargas sociales.
Dentro de RTVE, se espera que esta partida se reduzca en los próximos años, cuando se producirá la jubilación de alrededor de 1/3 del personal de convenio y su reposición por personal que percibirá una menor masa salarial. Mientras tanto, el porcentaje del presupuesto de RTVE que se destina a este fin es superior al 40%.
Problema con Hacienda
La corporación también tiene en el horizonte la resolución definitiva de su problema con Hacienda, a costa de la cantidad millonaria que le reclamó por el IVA correspondiente a su actividad entre 2015 y 2019.
Según publicó Vozpópuli en exclusiva el pasado junio, RTVE solicitó un crédito a Caixabank –al 0% de interés hasta el 31 de diciembre- para afrontar el pago de 126 millones de euros a la Agencia Tributaria. Ahora bien, la resolución de este asunto la decidirán los tribunales en el medio plazo. Mientras tanto, las cuentas de la corporación están condicionadas por la existencia de este problema.
Endeudamiento
Por otra parte, el Libro Amarillo de los Presupuestos Generales del Estado prevé que el endeudamiento de 2022 de RTVE ascienda hasta los 525 millones de euros. Según sus últimas cuentas, la corporación cuenta con una deuda de 151,6 millones de euros a corto plazo, y de casi 10.000 euros a largo plazo. La partida de ‘acreedores comerciales y cuentas a pagar ascendía a 160 millones a finales de 2020.
Todos estos ingredientes hacen más compleja la remontada de un servicio público cuya audiencia ha batido varias veces su peor registro histórico durante los últimos tiempos. De hecho, La 1 terminó 2019 y 2020 con una cuota de pantalla del 9,4%, que fue la más baja desde su fundación.
La situación de sus noticiarios no es mucho mejor, pues en pocos años han pasado de ostentar la primera posición de la TDT a ser terceros, a una distancia de Antena 3 que, en estos tiempos, resulta casi inalcanzable.