El falso documental de Jordi Évole sobre el 23-F es "una patraña". Al menos así lo ha concluido la Comisión de Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles (Fape). Según dicho organismo, la pieza no fue una "mala práctica periodística". Y es que el reportaje emitido en La Sexta va "más allá del periodismo" y solo buscaba "llamar la atención, obtener audiencia y reflexionar sobre la manipulación", según ha desvelado Europa Press.
Dicha Comisión de Quejas y Deontología considera que repudiar programas como el reportaje de ficción de LaSexta dirigido por Évole y emitido el pasado mes de febrero con motivo del aniversario del 23-F supondría "poner límites a la imaginación y la creatividad", al tratarse de un espacio "más allá del periodismo". La Fape ha analizado la solicitud del pasado 14 de marzo de apertura de expediente deontológico por parte del presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), Alejandro Perales, al entender que el espacio vulneraba varias normas relacionadas con la veracidad del relato.
El polémico documental contaba que el golpe de Estado era, en realidad, un montaje urdido por la clase política dirigente, algunos periodistas conocidos y la propia Casa del Rey
Este controvertido y falso reportaje contaba que el golpe de Estado perpetrado por Antonio Tejero y compañía era, en realidad, un montaje urdido por la clase política dirigente, algunos periodistas conocidos y la propia Casa del Rey. Además, el maestro de ceremonias era José Luis Garci, que habría recibido su Oscar por Volver a empezar como recompensa por su labor. La emisión del falso documental provocó una enorme polémica en las redes sociales. La participación de varios político conocidos y de los periodistas Luís María Anson, Iñaki Gabilondo y Fernando Onega también fue muy criticada.
El informe
Para la Fape, Operación Palace es una pieza que corresponde al género de reportaje-ficción que "anida más allá" del territorio del periodismo, aunque esté elaborada por periodistas. No obstante, descarta calificarlo como "mala práctica" periodística, algo que entiende "va más allá de lo que cabe esperar y exigir a esta comisión", según ha informado EP. Así, explica que el reportaje está "intencionadamente alejado, ajeno", de la disciplina de la veracidad y de la verificación y de las normas de la deontología profesional que propone el Código Deontológico del periodista.
"Es evidente que 'Operación Palace' discurre al margen del principio de veracidad, esencial en el trabajo del periodista, pero repudiar este tipo de creaciones supone poner límites y fronteras a la imaginación, a la creatividad, al uso de recursos como la ironía, la paradoja, la comedia, el drama... que también sirven a la búsqueda de la verdad, a la defensa de las libertades y los derechos de los ciudadanos y a denunciar los obstáculos para lograrlo", ha explicado el citado organismo. Si bien la comisión reconoce en sus conclusiones que este programa "pretende fundamentar y experimentar" y está fundamentado en mentiras, llegando a calificarlo de "patraña", recuerda que su objetivo y pretensión no es engañar al público, sino "llamar la atención, obtener audiencia y reflexionar sobre la manipulación".
Al final del polémico documental, se decía, textualmente: "Nos hubiera gustado contar la verdadera historia del 23-F, pero no ha sido posible. El Tribunal Supremo no autoriza la consulta del sumario del juicio hasta que hayan transcurrido 25 años desde la muerte de los procesados o 50 años desde el golpe. Esta decisión es tierra abonada para teorías y fabulaciones de todo tipo como ésta. Posiblemente la nuestra no será ni la última ni la más fantasiosa". En línea con este mensaje, Évole siempre ha defendido que pretendía provocar la reflexión en los espectadores merced a un reportaje eminentemente falso.
