La entrada de la catarí International Media Group en Prisa ha permitido a la compañía ingresar 64 millones de euros que le garantizan liquidez a corto plazo, pero que no solucionan su preocupante problema de deuda. La política seguida por Juan Luis Cebrián durante los últimos tiempos ha sido la de buscar inversores extranjeros dispuestos a desembolsar unas cuantas decenas de millones de euros en la empresa, algo que ha servido para aliviar sus urgencias económicas, pero también ha abierto la puerta de su Consejo de Administración a empresarios de varios países cuyos negocios están poco o nada relacionados con el sector de los medios de comunicación. Eso ha influido en la línea editorial de El País, que se ha mostrado excesivamente condescendiente con los intereses de los nuevos socios, tal y como ha denunciado su propio Comité de Redacción.
No hace falta retroceder mucho en la hemeroteca para encontrar ejemplos que confirmen esta tendencia. Sin ir más lejos, antes del verano la plantilla de El País acusó a su director, Antonio Caño, de censurar algunas informaciones que denunciaban las condiciones de semi-esclavitud que padecen los trabajadores de otros países asiáticos en Catar, en un momento en que Prisa negociaba la llegada de una inversión de 75 millones de euros por parte del sultán Ghanim Alhodaifi Al-Kuwari. Cebrián niega en público que los intereses políticos y económicos de su grupo le hayan obligado a ofrecer información tendenciosa en sus medios de comunicación. Pero este tipo de hechos han levantado dudas sobre la veracidad de sus afirmaciones.
El sultán catarí ha invertido 11 millones de euros menos de lo que Prisa anunció en febrero
A Al-Kuwari se le sitúa en el grupo de empresarios de confianza de los Al Zani. Esos que con tanta fuerza han invertido en varias empresas españolas en los últimos tiempos. Está al frente de International Media Group, un holding empresarial fundado en la década de 1970 que cuenta con negocios en sectores como el energético, el de transporte, el inmobiliario o el de las tecnologías de la información. También dirige el canal de televisión Fadaat Media Limited y juega un papel importante en la estrategia de comunicación adoptada por este país.
A sabiendas de estos datos, llama la atención, por ejemplo, el que El País dedicara la portada de su sección de Deportes al ministro de este ramo del emirato, Salah Bin Ghanem Bin Nasser Al Ali, mientras negociaba con su nuevo socio. Máxime cuando el periodista que le entrevistó no le preguntó por asuntos tan interesantes como la adjudicación supuestamente fraudulenta de la Copa del Mundo de Fútbol de 2022 a este país por parte de la FIFA, o el relativo al maltrato a los trabajadores extranjeros que trabajan en la construcción de los estadios.
La conexión Mexicana de Prisa
El desembolso que ha efectuado Al-Kuwari le dará derecho a sentar a dos de sus hombres en el Consejo de Administración del holding de los Polanco. A su lado, se encontrarán al inversor extranjero Roberto Alcántara Rojas, que a mediados de 2014 inyectó 100 millones de euros en Prisa a cambio de otra porción de poder de la compañía. A este empresario, presidente del Grupo Toluca y de las aerolíneas de bajo coste VivaAerobus, se le considera cercano al presidente de México, Enrique Peña Nieto, así como a su fuerza política, el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Y El País, tanto en su edición española como en las de Hispanoamérica, le ha dedicado un trato más que cordial a esta formación progresista, a la que también perteneció Ernesto Zedillo, exmandatario mexicano con asiento reservado en el máximo órgano de decisión de Prisa.
La entrada de estos nuevos socios ha venido motivada por la crisis financiera que vive este grupo, cuya deuda asciende actualmente a 1.800 millones de euros. Hace dos años, consiguió refinanciarla en una compleja operación que culminó con la entrada en su accionariado, con un 23% de los títulos, de Caixabanc, Santander y HSBC (Claudio Boada representa a esta última en el Consejo de Prisa), que aceptaron capitalizar su deuda. En la negociación con estas entidades bancarias, se atribuye un papel importante a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a quien El País también ha protegido desde ese momento.
En el accionariado de la dueña de la Cadena SER y el diario económico Cinco Días también están presentes otras empresas que pueden condicionar su información económica, como son los fondos buitre. Según últimos datos que ha facilitado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), entre los accionistas de Prisa se encuentran compañías de esta naturaleza, como Amber Active Investors Limited, Amber Capital UK LLP, Amber Global Opportunities Ltd y BH Stories IV. A algunos de estos fondos les caracteriza su opacidad, aunque Amber Capital -radicado en Nueva York- es conocido en España por invertir en firmas como ACS, OHL o Abengoa en los últimos años. También lo ha hecho en otras de mucho menor tamaño, como Cie Automotive o Ence.
La llegada a Prisa del acaudalado sultán catarí podría anticipar la llegada de nuevas inversiones desde este emirato. Pero, de momento, los 64 millones de euros puestos por Al-Kuwari comprometen dos asientos en el Consejo de Administración del grupo de medios de comunicación y no solucionan ni una pequeña parte de sus problemas económicos. Por otra parte, esta ampliación de capital también merma un poco más la cuota de poder de sus fundadores, los Polanco, cuya participación en la empresa ya es inferior al 15% del total, según recoge la CNMV.