Grupo Prisa se acerca al precipicio a velocidad de vértigo. Sus cuentas durante el primer semestre de este 2013 reflejan que los números rojos casi se han multiplicado por tres. Hasta julio, el holding que preside Juan Luis Cebrián ha registrado unas pérdidas de 171,7 millones de euros, frente a las pérdidas de 61,1 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior, según ha informado este jueves el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En este periodo de enero a junio de 2013, los ingresos de explotación de la compañía alcanzaron los 1.328,6 millones de euros, lo que representa un aumento del 4 por ciento en relación al primer semestre del año pasado. Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) cayó un 36,4 por ciento durante el primer semestre, hasta alcanzar los 132,9 millones de euros, con unas pérdidas operativas (Ebit) de 192,2 millones de euros.
Cuentas lastradas por las indemnizaciones de los ERE
El grupo justifica que la comparación de los resultados del primer semestre de 2013 y 2012 se ve afectada por efectos extraordinarios en gastos que se corresponden con las indemnizaciones efectuadas por las reestructuraciones de personal, así como por el deterioro de fondo de comercio y los litigios resueltos que afectan al impuesto de sociedades realizados en junio 2013 y por la provisión de 54,37 millones de euros por el acuerdo de ONO, que tuvo lugar en 2012.
Facturación publicitaria limitada
Los ingresos publicitarios de Prisa en el primer semestre han ascendido a 257,3 millones de euros, un 9,3% menos que en el mismo periodo de 2012, lo que representa el 19,4% del total de los ingresos del grupo. En España, los ingresos publicitarios disminuyeron un 12,5% en el primer semestre.
Al límite de declararse en bancarrota
Tras meses de negociaciones con los principales bancos con los que trabaja la compañía, el pasado 14 de junio presentó una propuesta de refinanciación al resto de las entidades acreedoras. Dicha propuesta cuenta ya con el apoyo de bancos que representan el 72,9% del total de la deuda e incluye una línea de liquidez adicional de 80 millones de euros. Pero el proceso parece estar enquistado puesto, tal y como explica en su comunicación a la CNMV, “a partir de ahora exige obtener la unanimidad de todos los acreedores financieros, lo que, teniendo en cuenta el entorno del mercado, y los distintos tipos de acreedores, no estará exento de dificultades y riesgos”.
Hace casi un año, durante la Junta General de Accionistas de 2012, Abril-Martorell presentó un plan para reducir la deuda neta del grupo en 650 millones de euros en dos años, que incluía la entrada en su capital de La Caixa, Banco Santander y HSBC, mediante la conversión de parte de su deuda en acciones por 334 millones de euros. Este plan no termina de concretarse y hacerse realidad. De hecho, hace unos días, el prestigioso diario americano The Wall Street Journal advertía de que la firma está valorando declarase en bancarrota en Estados Unidos, mercado donde cotiza a través de la Bolsa de Nueva York desde hace unos años.