El tiempo corre en contra de Prisa. El Grupo Editorial necesita que todos sus acreedores aprueben el pacto con los bancos para refinanciar su deuda astronómica de más de tres mil millones de euros. Y maniobra para conseguirlo. La compañía ha enviado un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que anuncia que ha llegado a un acuerdo con la mayoría de los inversores. Esta información es la respuesta de la compañía a un requerimiento de la CNMV, según fuentes del sector. Y el anuncio sirve, de paso, para que los pequeños acreedores que se niegan a aprobar el pacto, un 16%, se vean presionados a aceptar. Sin embargo, como ha informado Vozpópuli, al menos un fondo de inversiones se niega a pasar por el aro. En todo caso, el comunicado de la compañía presidida por Juan Luis Cebrián ha ayudado a que su valor en Bolsa suba en las últimas horas.
Más en concreto, Prisa comunicó que había alcanzado un acuerdo "con la mayoría de inversores institucionales, que compraron deuda en el mercado secundario y se incorporaron al sindicato bancario acreedor de la compañía, y que representan el 11% de la deuda del Grupo así como con los principales bancos acreedores del Grupo, que representan el 73% de dicha deuda". Este acuerdo, dice la empresa, "incorpora ciertas modificaciones a la propuesta inicial de refinanciación de la compañía presentada el pasado 14 de junio de 2013 a todos los acreedores del Grupo. En virtud de dichos acuerdos, el nuevo plan de refinanciación cuenta ya con el apoyo del 84% de los acreedores del Grupo".
Una de las modificaciones principales es, básicamente, que estos inversores han concedido una línea de crédito a la empresa para poder hacer frente a sus pagos a medio plazo. Dicho por la empresa queda así: "dichos inversores institucionales han accedido a proveer a la compañía de una línea de financiación adicional para cubrir las necesidades de financiación del Grupo en el medio plazo". "Este nuevo acuerdo de refinanciación -continúa el comunicado de Prisa- será ahora trasladado al resto de los acreedores financieros del Grupo y, de contar con el mismo grado de apoyo que la propuesta inicial hasta la fecha, este plan de restructuración de la deuda contaría con la adhesión de más del 95% del total de la deuda financiera del Grupo". Es decir, la cifra del 95% es una previsión de la empresa aún por confirmar por parte de los afectados.
La Ser informa y la Bolsa mejora
Por supuesto, el propio Grupo Editorial se ha encargado, a través de sus medios, de vender la parte positiva del principio de acuerdo. Así, por ejemplo, la Cadena Ser destacó en su página web que el 84% de los acreedores apoya el pacto de marras. Aunque no todos los accionistas de Prisa aprueban el pacto y, por tanto, el futuro del mismo sigue en el aire, el anuncio ha funcionado en la Bolsa al grupo editorial capitaneado por Cebrián. Hasta un 12% subían las acciones de la empresa después de hacerse público el principio de acuerdo con la mayoría de los inversores.
No puede perderse de vista que en la Junta General de Accionistas de Prisa de 2012, el consejero delegado del grupo y mano derecha de Cebrián, Fernando Abril-Martorell, presentó un plan para reducir la deuda neta del grupo en 650 millones de euros en dos años, que incluía la entrada en su capital de La Caixa, Banco Santander y HSBC, mediante la conversión de parte de su deuda en acciones por 334 millones de euros. Por ello, los bancos acreedores se convertirán en accionistas de referencia de Prisa al tomar un 20% en virtud del acuerdo de canje de deuda. Si se abren oportunidades de venta a precios razonables, Prisa procederá a desprenderse del 56% de Digital Plus, del 17,3% de Mediaset y de su participación en la portuguesa Media Capital, los tres activos que los bancos han elegido para ser enajenados y garantizar la viabilidad futura del grupo.
La siempre esperada y nunca consumada venta de Digital Plus/Sogecable supondría un balón de oxígeno de enormes dimensiones para la compañía. En los últimos años no se ha parado de comentar que el comprador será Telefónica, pero cuanto más cerca parece la operación menos posibilidades reales hay. En el pasado se habló de que Digital Plus costaba más de mil millones de euros. Ahora, sería extraño que se vendiera por más de 600 millones.