El sector audiovisual español espera con expectación la resolución de un expediente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que podría cambiar las reglas del juego en el mercado publicitario. Afecta a Atresmedia y a Mediaset, a las que el regulador se espera que multe con una cantidad cercana a los 100 millones de euros por sus presuntas prácticas para aglutinar inversión publicitaria. El plazo para que Competencia resolviera este asunto expiraba en agosto, pero finalmente podría alargarse más como consecuencia de las circunstancias que han afectado al procedimiento.
Fuentes de la CNMC explican que este tipo de procesos tienen una duración establecida de 18 meses desde que su apertura que, en este caso, fue en febrero de 2018. A partir de ahí, el 'reloj' se para cada vez que existe alguna circunstancia que impida continuar con la instrucción. Entre otras, cuando se solicita información a las partes investigadas. O, como ha ocurrido en este caso, cuando se negocia un acuerdo para tratar de evitar la multa.
Este último supuesto no es habitual, pero se estudió en este caso, a solicitud de las televisiones. Sin embargo, la CNMC rechazó el pacto, al considerar que las propuestas que realizaron estas empresas no eran de suficiente calado. Entre ellas, se encontraba la de volver a negociar las bonificaciones (extraprimas) que conceden a las centrales de medios por buscar anunciantes para sus espacios publicitarios. También se ofrecieron a renunciar a la “pauta única”, una práctica por la que emiten publicidad de forma simultánea en los canales del mismo grupo.
Incluso pusieron sobre la mesa de la CNMC la posibilidad de elaborar un ‘test de replicabilidad’, de modo que el propio regulador fuera el encargado de evaluar que las ventas de publicidad que realizan no ahogan a sus competidores. Es decir, algo parecido a lo que sucede con algunas de las ofertas de Telefónica, que pasan por el filtro de la CNMC para evaluar si pueden ser ‘replicadas’ por el resto de las empresas del mercado o si, por el contrario, son demasiado agresivas. A principios de mayo, recibieron la confirmación de que Competencia no había aceptado sus propuestas, lo que encaminaba al regulador hacia la sanción.
Según explicó El Español, la multa que se impondrá a estas empresas será, en su conjunto, de 100 millones de euros. Es decir, de aproximadamente el 5% de su facturación del año anterior (el límite era el 10%). La que recibirá Mediaset será ligeramente superior a la de Atresmedia, dado que sus ingresos también lo fueron en el ejercicio anterior.
Malestar de las televisiones
Tal y como detalló Vozpópuli, desde estas empresas existe un considerable malestar con la CNMC por su negativa a aceptar los compromisos que plantearon para intentar evitar la multa; que, a su juicio, hubieran tenido efectos positivos sobre sus competidores. Desde los pequeños operadores de la TDT, han mostrado desde el inicio del expediente su deseo de que la sanción que reciba el duopolio sea ejemplar y que derive en el establecimiento de unas mejores condiciones de mercado para los competidores de la televisión en abierto.
Dentro de la CNMC, este asunto también ha ocasionado fricciones. Sin ir más lejos, dentro del organismo ocasionó una considerable sorpresa el comunicado que difundió hace unas semanas Mediaset, en el que dedicaba varios ataques directos a su presidente, José María Marín-Quemada. También la reunión que mantuvieron altos directivos de Atresmedia con varios directores de medios y colaboradores de sus programas para informar del estado del expediente y hacer lobby, pese a que todavía se encuentra en fase de instrucción.
Otra parte del regulador -entre ellos, algunos consejeros- también considera intolerables los diversos detalles que han trascendido sobre el expediente, pese a que, en principio, ningún miembro del Consejo debería tener información sobre su contenido. Este tipo de injerencias, que sospechan que son tanto internas como externas, parecen buscar que la opinión de los vocales se vea condicionada, lamentan.
Hechos probados
Sea como fuere, el asunto se resolverá con toda probabilidad en la Sala de Competencia, donde están presentes 5 de los 10 consejeros. Dentro del expediente, se imputan a las dos grandes compañías de televisión conductas prohibidas que limitarían la competencia en el sector. Entre ellas, pactos 'dudosos' con agencias o centrales de medios, a través de las cuales llega al duopolio la mayor parte de sus ingresos publicitarios.
Hay que recordar que entre Atresmedia y Mediaset aglutinan casi el 50% de la inversión en medios de comunicación, que equivale al 85% del que se destina a la televisión en abierto.