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Ferreras cambia de registro: de negar la guerra en Podemos a hablar de 'Operación Errejón'

El presentador de 'Al Rojo Vivo', que hasta el momento había negado la existencia de una crisis interna en Podemos, ha concentrado esta semana sus esfuerzos en analizar el enfrentamiento entre Iglesias y Errejón. Durante sus entrevistas, se ha enfrentado a portavoces del partido, como Ramón Espinar e Irene Montero, y ha empleado un tono duro con quienes han negado un conflicto que amenaza con partir la formación.

  • Antonio García Ferreras

Antonio García Ferreras negó durante un tiempo la existencia de una guerra entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. El influyente periodista de La Sexta atribuía el runrún provocado por este asunto al interés del PSOE en desestabilizar a Podemos. A una maniobra de intoxicación orquestada desde Ferraz para tratar de dividir a una formación en la que resulta especialmente difícil mantener la unidad, a tenor de las múltiples sensibilidades que conviven en su seno. Pero el cese fulminante de Sergio Pascual como número 3 del partido hizo demasiado evidente la pugna entre sus líderes, pues supuso la salida de su órgano de dirección de uno de los principales apoyos de Errejón. La degradación de su lugarteniente. Desde entonces, el presentador de Al Rojo Vivo ha cambiado de registro y ha reiterado que lo que ha ocurrido en Podemos durante las últimas semanas debe calificarse como una "gran crisis". Como la batalla por el poder dentro de una organización que desde su nacimiento ha criticado la vieja política, pero que parece haber asumido algunos de sus peores vicios. 

García Ferreras forma parte del grupo de periodistas al que se ha situado en la órbita de Podemos. Conduce uno de esos programas de actualidad de indiscutible éxito a los que Mariano Rajoy atribuyó una parte de la culpa de los malos resultados que obtuvo el PP en las pasadas elecciones autonómicas, al considerar que había sido desmedido el protagonismo que habían otorgado a los casos de corrupción del partido conservador y a los portavoces del partido de Pablo Iglesias. Lo que las televisiones definieron como matar al mensajero y lo que Cristóbal Montoro explicó en los favores que Atresmedia y Mediaset recibieron por parte del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero que, entre otras cosas, les permitió absorber la publicidad que se dejó de emitir en 2010 en Televisión Española.

"Se puede vivir con normalidad, pero lo de Podemos es una gran crisis", afirmó García Ferreras

Hasta esta semana, el director de Al Rojo Vivo había reconocido la existencia de fricciones entre los miembros de las agrupaciones de Madrid, Galicia o País Vasco, pero había negado la batalla que se libraba entre sus dos líderes. “La guerra entre Errejón e Iglesias no existe, eso es un absurdo (…). Es mentira, es falsa (…). Ha sido creada artificialmente”. Como en el resto de las fuerzas políticas, en Podemos hay un debate interno, afirmaba hace unos días. Tras la caída de Sergio Pascual, ha cambiado de opinión, pues ahora habla explícitamente de una herida abierta en su cúpula. De una lucha que amenaza con fraccionar un partido cuya unidad siempre ha estado amenazada por la heterogeneidad ideológica de sus miembros.

La 'Operación Errejón'

Durante los últimos días, varios cargos políticos han opinado en Al Rojo Vivo acerca de esta crisis y de sus causas. Entre ellos, algunos portavoces de Podemos, como la diputada Irene Montero -afín a Iglesias-, que el miércoles reconoció que la organización vive un momento “delicado” por las diferencias existentes entre sus miembros.

-Irene Montero: “Reconocemos los problemas, de ahí a hablar de una gran crisis es exagerar”.

-Antonio García Ferreras: “Si se pueden vivir con normalidad, pero es una gran crisis. Es el número 3 del partido. El comunicado de ayer es tremendamente duro, es implacable. Machaca a Sergio Pascual (…) Sólo le ha faltado llamarle incompetente”.

Cuando al día siguiente García Ferreras entrevistó a Ramón Espinar, portavoz de Podemos en el Senado, el periodista ya había detallado que el enfrentamiento entre Iglesias y Errejón estaba fundamentado en sus fuertes “discrepancias tácticas” y había deslizado la existencia de una operación para debilitar al número 2 del partido. Durante la conversación, Espinar negó que en la organización se libre actualmente un pulso entre los 'iñiguistas' y los 'pablistas'. "Que los medios conviertan esto en la gran crisis de Podemos es exagerar. Somos demasiado transparentes para mi gusto", replicó. El periodista siguió en sus trece y recriminó a su interlocutor sus intentos de camuflar la falla existente en la cúpula de su partido.

-Antonio García Ferreras: Iglesias y Errejón son los motores esenciales en la formación de Podemos, puede que sean incluso amigos, pero las diferencias entre ellos ahora son abismales. Usted lo sabe. A Errejón no le ha gustado ni la decisión del aniquilamiento de Sergio Pascual, ni las formas (…)

-Ramón Espinar: Lo que piense Errejón sobre el cese de Sergio Pascual hay que preguntárselo a él. Lo que sí sé es que ambos coinciden en las cuestiones sobre nuestro país. Si la pregunta es si hay discrepancias en Podemos, las hay. ¿Cómo se manifiestan? De forma transparente, en ocasiones incluso demasiado transparente para mi gusto. A mí no me gusta que el debate interno se retransmita al minuto en los medios, pero está sucediendo.

Tras esta intervención, García Ferreras pronunció una frase que puede interpretarse como un dardo envenenado hacia Pablo Iglesias: "La cuestión no es el análisis que hagan los medios. La cuestión es que la decisión de cesar a Sergio Pascual suena también a vieja política: quítate tú para poner a otra persona".

Las críticas de La Sexta a Podemos

El que este periodista emplee un tono tan contundente para referirse a las grietas que han surgido en la cúspide de Podemos resulta especialmente significativo, toda vez que la línea editorial de su programa ha sido tradicionalmente amable con este partido -y, desde luego, mucho más crítica con PP, PSOE y Ciudadanos- y alrededor de su mesa siempre han encontrado asientos libres sus portavoces. Las críticas de Génova 13 hacia La Sexta se fundamentan, en buena parte, en la cantidad de minutos que la cadena de Atresmedia les concede para difundir sus mensajes contra el sistema de 1978, algo que ha ayudado de forma decisiva a la expansión del partido.

Desde las televisiones privadas, la postura que han mantenido a este respecto siempre ha sido la misma: el PP cometió un error de principiante cuando, a mediados de la legislatura, prohibió a sus cargos públicos acudir a sus platós ante el malestar que existía en sus altos despachos por los puntos de vista con los que abordaban los temas más incómodos para el partido, como la corrupción, los desahucios o el desempleo. Una buena parte de las vacantes que quedaron en las mesas de estos programas las ocuparon los políticos de Podemos y eso contribuyó aún más a la difusión de su ideario.

Después de las elecciones municipales, la figura de Jorge Moragas medró en el partido y ese error se corrigió. Pero, a pocos meses de las elecciones generales, resultó harto complicado el ganar fuerza en la televisión en abierto, en la que el Gobierno sólo cuenta con 13TV como aliado fiel -amén de las autonómicas manejadas por sus barones regionales- y en la que no se ha preocupado en exceso de conseguir amistades hasta las postrimerías de la legislatura. De ahí que los resultados cosechados no fueran excesivamente positivos.

La encrucijada a la que se aproxima Podemos ha hecho reaccionar a Antonio García Ferreras, que ha centrado una parte del debate político en las escaramuzas entre sus líderes. Esto puede perjudicar seriamente a un partido compuesto por diversas facciones cuya sensibilidad se encuentra siempre a flor de piel. También puede beneficiar al PP y al PSOE que, si saben jugar bien sus cartas, pueden restar fuerzas a la organización morada con las mismas armas que emplearon sus portavoces para retratar la decadencia de los viejos partidos: las que señalan su falta de democracia interna y los enfrentamientos enquistados e irreconciliables entre sus miembros. De momento, lo que está claro es que, entre Iglesias y Errejón, parece que de momento el presentador de Al Rojo Vivo ha tomado partido por el segundo.

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