La radio ha sido la parte del negocio de Prisa que más afectada ha resultado por la crisis del coronavirus. Esta división incluye en España la Cadena SER, Los 40, Los 40 Classic, Radiolé y Cadena Dial, y durante los nueve primeros meses del año ha sufrido un descenso de los ingresos del 31,2%.
Todo esto ha sucedido en un momento de máxima incertidumbre para los medios de comunicación, en el que la pandemia ha provocado un descenso de la inversión publicitaria que ha sido más de dos veces mayor (27,2%) al que se produjo entre 2007 y 2008. Es decir, cuando estalló la burbuja inmobiliaria y se inició la 'gran recesión'.
En el caso de la radio, la caída entre enero y septiembre fue del 29,2%, lo que significa que el negocio de las cadenas de Prisa en España fue dos puntos mayor que la media del sector, tal y como se aprecia en la memoria de cuentas remitida por la compañía de los Polanco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El golpe no fue igual en España que en Latinoamérica, pues al otro lado del Atlántico el descenso de la facturación alcanzó el 49,2%.
Allí aconteció hace unas semanas un episodio que ha supuesto problemas para Prisa, pues sus socios en México -Grupo Coral-, que tienen el 50% de Radiópolis, irrumpieron en sus instalaciones y trataron de tomar el control de la gestión de la radio. El pasado septiembre, Prisa anunció su intención de recurrir al arbitraje internacional para dirimir la disputa.
Radio digital
En medio de este contexto económico y político hostil, Prisa ha apuntado al crecimiento del negocio digital de sus radios. En concreto, ha aseverado que entre enero y septiembre sus oyentes consumieron 61,2 millones de horas de programación en streaming, frente a las 54,8 del mismo período del año anterior.
En este tiempo, registró 23,8 millones de descargas de podcast, frente a las 14,4 del ciclo enero-septiembre de 2019. Del total, 17,4 se registraron en España y 6,4 en el resto del mundo.
Estos datos se corresponden con un período en el que la compañía declaró pérdidas de 209 millones de euros, principalmente, asociadas al efecto que ha tenido la covid-19 sobre su negocio y a las dificultades para deshacerse de su negocio en Portugal.
Para tratar de aliviar su crisis financiera, el grupo anunció la pasada semana la venta del negocio de Santillana en España por 465 millones de euros a la finlandesa Sanoma. A su vez, reveló un pre-acuerdo con la mayoría de sus acreedores para refinanciar su deuda -de 1.047 millones de euros- y extender su calendario de pagos hasta 2025.
