Atresmedia y Mediaset han ejercido un liderazgo incontestable en el sector audiovisual español durante los últimos. Tal es así que se les asignó el sobrenombre de ‘el duopolio’, dado que entre ambos llegaron a aglutinar más del 85% de los ingresos de la televisión en abierto. Su audiencia y su facturación eran muy superiores a las del resto del sector; y sus programas, los grandes reclamos para el público. Ni Movistar+ -con la potencia de Telefónica detrás- igualaba su capacidad para aglutinar su influencia.
Desde hace aproximadamente una década, pugnan con unos competidores en el terreno del entretenimiento que han ganado músculo de forma progresiva. Son las plataformas de contenido bajo demanda, con Netflix a la cabeza. En sus últimas cuentas –a las que ha accedido Vozpópuli a través de la plataforma Insight View-, figuran unos ingresos de explotación de 656 millones de euros en 2022.
Está por ver el efecto que ha tenido en el negocio de esta empresa la decisión de restringir el uso de cuentas compartidas. Según Barlovento Comunicación, en las primeras semanas le ocasionó un descenso de 2,5 millones de abonados, a los que se sumaron 1,9 millones un tiempo después. Actualmente, está presente en el 51,6% de los hogares españoles, dentro de un mercado de las plataformas OTT que tiene 31 millones de clientes en España.
Estos millones de personas pagan religiosamente por tener acceso a los catálogos de esta plataforma. Este matiz es importante, dado que la televisión comercial se universalizó gracias a su gratuidad. Sin embargo, estas empresas han conseguido llegar a las mayorías pese a que solicitan cuotas mensuales a sus clientes.
Un fuerte competidor
El caso es que a las dos principales compañías de televisión de este país –las dueñas de Antena 3 y de Telecinco- les ha salido un competidor en cuanto a ingresos. Los 656 millones de euros de Netflix no son muy inferiores a los 950 que declaró Atresmedia en 2022 y a los 865,3 de Mediaset.
La multinacional estadounidense ha cambiado su política de facturar en un tercer país lo que le aportaban sus abonados en España, lo que ha permitido que aflore su verdadero volumen de negocio en este lugar del mundo. En 2020, declaró 34,45 millones de euros; en 2021, un total de 579,3 millones; y, en 2022, 656 millones.
El año pasado, declaró unos beneficios de 9,4 millones e incluso repartió dividendo a sus accionistas, que ascendió a 5,7 millones.
Su nueva política económica también ha contribuido a atenuar las quejas de quienes señalaron a las multinacionales estadounidenses por no declarar impuestos en España. En 2022, pagó 3,1 millones por los beneficios obtenidos, frente a los 712.000 de 2020 y los 465 euros de 2018.
La dimensión de estas empresas
Netflix produce contenidos en España, si bien su plantilla es muy inferior a la de Atresmedia y Mediaset. Mientras estos grupos dan empleo directo a cientos de personas, la OTT norteamericana tan sólo a 52 en España, de las que 37 se dedican al marketing y la comunicación; y 15 a las labores administrativas. A estas se unen, evidentemente, las que trabajan en sus producciones.
Netflix disponía a finales de 2022 de un alcance -esa es la variable empleada en el sector- del 56,9% de la población española y una cuota de pantalla del 33,1%. El 61,3% de sus clientes afirmaba que utilizaba una cuenta compartida, frente al 38,7% que disponía de una personal. En diciembre, el 58,7% de su clientela aseguraba que, si esta empresa limitaba las posibilidades para ver su catálogo en varias pantallas, se daría de baja del servicio.
Así sucedió, en parte, dado que ha perdido el liderato y una parte significativa de sus clientes. Ahora bien, ¿ingresa más por cada uno y en su conjunto? Las cuentas del próximo recogerán una imagen completa sobre este fenómeno.
