La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) deberá tomar una decisión fundamental sobre el fútbol en el peor momento para este deporte en los últimos años. La crisis del coronavirus ha demorado la resolución de las competiciones, pero también ha puesto en cuestión el modelo de negocio de La Liga, que necesita de la multimillonaria aportación de las televisiones y compañías de telecomunicaciones para sostenerse.
El nuevo Consejo de la CNMC, que estará presidido por Cani Fernández, decidirá en las próximas semanas sobre un asunto que ha condicionado la explotación de los derechos audiovisuales del fútbol desde 2015. Es el relativo a las limitaciones que tiene impuestas Telefónica para con Movistar Plus, que le obliga a compartir con sus competidores el 50% de su oferta premium.
Estas condiciones le fueron impuestas por el regulador de la competencia en 2015, después de que comprara Digital Plus al Grupo Prisa, en una operación que evitó la quiebra de la dueña de El País y reforzó el liderato de Telefónica en la televisión de pago.
El objetivo que persiguió el regulador con esta decisión fue el de evitar que la posición dominante de la que gozaba la compañía -entonces presidida por César Alierta- 'estrangulara' a sus competidores y les impidiera acceder en las mismas condiciones de mercado a los derechos deportivos o de ficción.
Las limitaciones se establecieron inicialmente para el período 2015-2020, sin embargo, según apuntan fuentes del organismo, existe la posibilidad de prorrogarlas por un máximo de tres años, algo que tendrá que determinar en las próximas semanas la CNMC.
Situación del mercado
En caso de que se 'levanten' estas condiciones, se abriría la puerta a que Telefónica pudiera explotar, en el futuro, el fútbol en exclusiva. Sin embargo, fuentes de los operadores consideran lejana esta opción. Primero, porque la participación de varias empresas en este negocio ayuda a rentabilizar la multimillonaria inversión que requiere emitir La Liga y la Copa de Europa. Y, segundo, porque tras la incertidumbre generada por la covid-19, el debate está en si el fútbol vale lo mismo que hace 1 o 2 años.
En este sentido, hay que recordar que Vodafone renunció a emitir el fútbol por considerar que no le aportaba una rentabilidad extraordinaria a su negocio, mientras que empresas como DAZN han ganado un menor músculo -por el momento- del que se presumía en el momento de su llegada a España.
También cabe tener en cuenta que el 'deporte rey' obliga a los hogares a realizar una importante inversión mensual en los servicios convergentes de las operadoras que, con la crisis económica en ciernes, podría impulsar a una parte de los clientes de las telecos a darse de baja del servicio, estiman estos informantes.
Con este precio y las actuales condiciones del mercado, sería prácticamente imposible que cualquier operador optara por ofrecer el fútbol en exclusiva en la televisión de pago.
Por estas razones, quitan hierro a la decisión que adopte la CNMC, dado que, con este precio y las actuales condiciones del mercado, sería prácticamente imposible que cualquier operador optara por ofrecerlo en exclusiva en la televisión de pago.
Sea como fuere, el regulador completará en los próximos meses tres 'test' para cerciorarse, entre otras cosas, de la situación de Movistar Plus con respecto a sus competidores. A partir de ahí, se espera que tome una decisión sobre el mantenimiento o la retirada de las limitaciones a Telefónica.
Hay que tener también en cuenta que su nueva presidenta podría tener que abstenerse en esta votación, dado que recientemente, como abogada de Cuatrecasas, representó a Mediaset en el expediente que abrió la CNMC contra los dos principales grupos de televisión españoles. La compañía liderada por Paolo Vasile explota el fútbol a partir de su servicio Mitele Plus.