El panorama de la Televisión Digital Terrestre (TDT) experimentará en 2015 un cambio de dimensiones difíciles de determinar. Salvo sorpresa, el Tribunal Supremo ordenará el cierre de ocho canales por haberse adjudicado de forma irregular. A esto hay que sumar el que, antes de final de año, se otorgarán cinco nuevos permisos de emisión mediante un procedimiento al que se prevé que concurran diversas empresas españolas y extranjeras. En vista de que pudieran entrar en el sector audiovisual español compañías con una línea editorial contraria a los intereses del Gobierno, en Moncloa han iniciado movimientos para tratar de asegurarse de que ninguna compañía incómoda consigue un permiso de transmisión.
El primer paso para mantener el orden establecido ya lo ha efectuado el Ejecutivo, “sin hacer mucho ruido”, dentro del nuevo Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre (TDT) que aprobó el pasado septiembre. Fuentes de este sector afirman que, como ocurría hasta ahora, en este documento se otorga a las empresas adjudicatarias un espacio del múltiplex (la banda para emitir) en función del número de canales que tienen. La novedad estriba en que ya no se recoge que, en caso de que se clausuren esos canales, se despoje a las compañías de la porción del espectro radioeléctrico que se les haya adjudicado.
Estos informantes recuerdan que la Ley General de Comunicación Audiovisual vincula directamente la concesión del espacio para emitir en la TDT al número de canales que una empresa posee. Es decir, si una compañía de televisión obtiene una licencia para poner en marcha dos cadenas de televisión, debe recibir el espacio justo para situarlas pero, en caso de que decida cesar la actividad de una de ellas, el Gobierno deberá quitarle la porción del múltiplex en la que se emitía.
La estrategia a medio plazo del Gobierno
La intención que el Ejecutivo de Mariano Rajoy tendría a medio plazo es la de cambiar el modo de asignar los espacios para emitir en la TDT, de modo que no se realice como hasta ahora, por canales, sino por múltiplex completos. ¿Para qué modificaría este sistema? Desde el propio sector aseguran que para que le sea más fácil mantener el status quo actual, en el que ninguna de las empresas con permiso para emitir le resulta “especialmente incómoda”, a pesar de que mantiene algún conflicto con alguna de ellas, más o menos soterrado.
El Gobierno podría establecer barreras para evitar que nuevas empresas consigan una licencia para la TDT
Para completar este giro, es necesaria la modificación de la Ley General de Comunicación Audiovisual, algo que el Ejecutivo podría promover mediante un Decreto-Ley.
Otro de los ases que se guarda bajo la manga el Ministerio de Industria es el de la forma que tendrá el procedimiento de adjudicación de las próximas licencias de emisión, la cual podría incluir alguna barrera insalvable para las empresas extranjeras que quieran introducirse en el mercado español. “El que estas compañías tuvieran que completar un mero trámite para emitir en España podría bastar para que no consiguieran la licencia, pues su adjudicación podría demorarse durante meses intencionadamente” para que no llegaran a tiempo de presentarse al concurso, aseveran las mismas fuentes.
Una gestión “nefasta” del Dividendo Digital
Uno de los asuntos más polémicos que han rodeado a la TDT en las últimas semanas es el retraso de España en la adaptación al Dividendo Digital, es decir, en la liberación de la franja de 800 Mhz del espectro radioeléctrico para que las compañías de telecomunicaciones puedan utilizarla para sus servicios de banda ancha. La fecha límite que la Unión Europea había establecido para completar este proceso era el 31 de diciembre, sin embargo, el Gobierno se ha visto obligado a prorrogarlo tres meses más como consecuencia de dos serios problemas: por un lado, la sospecha de que las interferencias entre los servicios de televisión e internet móvil podrían hacer colapsar a millones de receptores; y, por otro, el bajo porcentaje de edificios que han preparado sus antenas para recibir correctamente los canales desde sus nuevas frecuencias.
En las próximas semanas, el Tribunal Supremo podría cerrar ocho nuevos canales de TDT
La práctica totalidad del sector audiovisual español ha criticado duramente la actuación seguida por el Ministerio de Industria en este asunto, pues ocasionó un insalvable cuello de botella, al aprobar el Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre tan sólo tres meses antes de que venciera el plazo de adaptación al Dividendo Digital.
¿A qué se debió este retraso? Según fuentes expertas a las que ha recurrido este periódico, a una “pasividad interesada” a la hora de cumplir la sentencia del Tribunal Supremo que obligaba al cierre de nueve canales de la TDT. La acción se completó la pasada primavera, pero con una demora considerable (la resolución data del 27 de noviembre de 2012 y el Auto resolutorio del incidente de ejecución, del 18 de diciembre de 2013). Esto, retrasó la aprobación de la nueva normativa sobre la Televisión Digital Terrestre y ha dado lugar al “guirigay” actual. También permitió que Atresmedia, Mediaset, Net TV y Unidad Editorial pudieran seguir emitiendo durante más tiempo, lo que, en opinión de estas fuentes, fue “todo un favor del Gobierno”.