Ambas compañías están enfrentadas y libran una batalla sin cuartel en los medios de comunicación. En privado, sus directivos rezuman desprecio por los contrarios. Y, sin embargo, el negocio es el negocio: Telefónica, que hasta ahora ha ignorado las ofertas de Mediapro por los derechos de la Champions League para este año, está interesada en un acuerdo que fije unos precios razonables para lo que queda de este torneo y los de 2016-2017 y 2017-2018, según fuentes conocedoras de las negociaciones. Y, como las líneas de comunicación entre Jaume Roures y el primer operador de España están rotas, Telefónica mantiene la puerta abierta a través de intermediarios y otros actores involucrados. Es la nueva contienda, que no guerra, del fútbol en España.
El pasado mes de agosto, siempre según Mediapro, Roures rechazó la oferta sugerida por Telefónica, y que se desconoce a fecha de hoy, y lanzó su réplica por e-mail: La empresa presidida por César Alierta podía llevarse la Champions pagando 3,2 euros al mes por cada abonado de hogar (algo más de 3,8 millones) y 50 euros al mes por bares y restaurantes (los conocidos como Horecas). Ofrecía otras alternativas, como pagar unas cuotas mínimas por porcentaje de abonados. El total superaba los 130 millones de euros sólo para los hogares, a lo que habría que sumar una cantidad indeterminada por los Horecas. Telefónica ni siquiera respondió a esa oferta.
Vodafone y Orange. Están haciendo su agosto, sobre todo en los bares
La ‘teleco’ está interesada en cerrar un esquema global para los próximos tres años, y dispuesta a tensar la cuerda al máximo en este, incluso hasta el punto de seguir perdiendo abonados. Al fin y al cabo, el grueso de los usuarios de hogares se ha quedado y paga la misma cuota, pero Movistar se ha ahorrado de momento un gran desembolso de dinero. Fuentes del consejo de la operadora han asegurado que se había tomado la decisión de no comprar el fútbol a Mediapro, según ha podido saber Vozpópuli, y que ello iba a poner en serios problemas a la productora de Roures, expuesta en 200 millones de deuda. Consultada por este diario, Telefónica ha negado tal extremo.
Mientras, el tiempo y los partidos van pasando. La fase de grupos termina 9 de diciembre. Arranca entonces la parte más intensa, en la que estarán con toda seguridad el Real Madrid y el F.C. Barcelona, y probablemente Atlético de Madrid. Antena 3 y TV3 tienen derecho a emitir un partido en abierto, por lo que si se diera la circunstancia de que coincidieran Madrid y Barça en semifinales, el interés por el paquete de pago se reduciría enormemente.
Pero, como ha podido saber Vozpópuli, Telefónica no da todos los canales de comunicación por cerrados. Al fin y al cabo, el dramatis personae de esta dura negociación es amplio: Está Jaume Roures, co-fundador de Mediapro, empresa que está detrás de beIN Sport, el canal que tiene los derechos en exclusiva; Tatxo Benet, socio de Roures y miembro del Consejo de Administración de Grupo A3Media; Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes; y, sobre todo, el presidente de la Liga de Fútbol Javier Tebas, cercano a Roures.
La empresa presidida por César Alierta podía llevarse la Champions pagando 3,2 euros al mes por cada abonado de hogar (algo más de 3,8 millones)
Tebas y Roures comparten la sociedad Spanish Soccer Internationial Marketing AIE, a través de la cuál venden los derechos en el extranjero. Recientemente Tebas se alineó públicamente en el bando de Mediapro al afirmar que, o Movistar compra la Champions, o sufrirá la deserción de una buena parte de sus abonados, informa Rubén Arranz.
Mediapro necesita vender a Movistar la Champions League para rentabilizar la inversión que realizó en sus derechos audiovisuales. Telefónica necesita, a su vez, frenar el auge de sus competidores, Vodafone y Orange. Están haciendo su agosto, sobre todo en los bares, que hacen cola para instalar un servicio que ofrece tanto la Liga como la Champions. Telefónica, de momento, intenta aguantar el tipo con la Liga Adelante, de segunda división, importante en ciudades más pequeñas.