El proceso para renovar la cúpula de RTVE arrancó hace dos años y medio, cuando Vox ni siquiera tenía representación en el Congreso de los Diputados. Los de Santiago Abascal consideran que el concurso público que servirá para elegir al sustituto de Rosa María Mateo está “viciado desde su origen” y asumen que su formación no tendrá representación en el Consejo de Administración.
La idea del partido ‘verde’ es convertirse en “líderes de la oposición contra la RTVE de PP-PSOE” durante la nueva etapa. Fuentes de la formación aseguran a Vozpópuli que socialistas y ‘populares’ “siguen la dinámica de las negociaciones que suelen mantener para conformar las mesas de las distintas comisiones” del Parlamento, en la que han dejado a Vox en una posición secundaria.
El pacto para repartirse los puestos ya está hecho. Priman los perfiles de periodistas de la casa afines a uno u otro partido"
“El pacto para repartirse los puestos ya está hecho. Priman los perfiles de periodistas de la casa afines a uno u otro partido, pero no el de expertos en gestión”, afirman.
Hay que tener en cuenta que el Congreso aprobó en septiembre de 2017 –con un amplio apoyo- una reforma de la ley de RTVE que modificaba el método de elección de su presidente y su consejo de administración.
A partir de ese momento, quien quisiera encabezar la corporación debería presentarse a un concurso público y elaborar un proyecto de gestión. En total, fueron alrededor de un centenar de aspirantes los que decidieron participar.
Proceso lento
La resolución del proceso se ha demorado durante más de dos años y medio, ante las dificultades burocráticas y políticas que han surgido en este tiempo. Eso ha provocado que el ciclo de Rosa Mateo al frente de RTVE se haya extendido mucho más de lo previsto. De hecho, fue designada como administradora única provisional para un período de tres meses. Eso sucedió en julio de 2018.
Durante el último mes y medio, han desfilado por el Congreso los aspirantes y se han sometido a las preguntas de los diputados. Para manifestar sus discrepancias con el desarrollo del concurso, Vox optó por rechazar a los 87 candidatos que optaban a integrar el nuevo órgano. No tanto por la idoneidad o no de sus proyectos, sino por la “chapuza” del sistema para transformar RTVE.
“No podemos en conciencia y en política votar la cualificación o idoneidad de los candidatos. Hay serias dudas sobre el proceso. Votamos en contra de la cualificación de las candidaturas, no de los candidatos”, aclaró el diputado y portavoz adjunto de Vox en la Comisión de control RTVE en la Cámara Baja, Víctor Sánchez del Real, tras reconocer que algunos proyectos habían sido “realmente impresionantes”.
Vox rechaza a los candidatos
La negativa de Vox a dar luz verde a los candidatos no impidió que el Congreso sí lo hiciera. A partir de ahora, falta por saber qué diez aspirantes elegirán el Congreso (seis) y el Senado (cuatro) de entre la lista de 87 finalistas.
La negativa de Vox a dar luz verde a los candidatos no impidió que el Congreso sí lo hiciera. A partir de ahora, falta por saber qué diez aspirantes elegirán el Congreso (seis) y el Senado (cuatro) de entre la lista de 87 finalistas.
Fuentes parlamentarias consultadas por este periódico coinciden en afirmar que durante los últimos meses se han producido contactos entre diferentes formaciones políticas para pactar el número de puestos en el Consejo que elegirá cada una.
De hecho, la pasada primavera se esperara que saliera adelante un pacto al que se iba a adherir el Partido Popular. Sin embargo, los populares finalmente se desmarcaron –al igual que para renovar el Consejo General del Poder Judicial- ante la negociación del PSOE con Bildu para prorrogar el estado de alarma a cambio de derogar ‘los aspectos más lesivos’ de la reforma laboral.
En estos contactos –que se reanudaron en las últimas semanas de 2020- no ha participado Vox, pues ni siquiera ha sido convocado.
Sánchez del Real explica a este diario que “no es que rechacen estar fuera del consejo, sino que no han tenido oportunidad de estar”. “Hubiésemos preferido un gran concurso público y profesional bien hecho”, reconoce.
Con estos mimbres, la idea de Vox es alzarse como “oposición” cuando se inaugure el próximo ciclo de la corporación, cosa que está previsto que ocurra en las próximas semanas. A diferencia de las pretensiones de los de Abascal en cuanto a las televisiones autonómicas, Vox apunta a “reajustar” RTVE, pero no habla de cierre.
Sánchez del Real defiende que la televisión pública ha de perseguir “unos objetivos nacionales” y avanzar hacia la “desideologización”. “Tienen que emplearse el mínimo de recursos imprescindible para poder ofrecer cobertura territorial y proyección internacional”, zanja.