1. El Centro de Atención
Da igual lo que hagas, ella/él siempre será mejor que tú y lo hará todo mejor que tú. Si alguien se te acerca para conocerte, ella/él siempre hablará primero y demostrará que es mucho más interesante que tú. Es más, si se te ocurre invitarle a tus fiestas, aunque sean de cumpleaños, el protagonismo lo acaparará ella/él... Bien, ¿a qué esperas para darle una patadita figurada? ¡Deja de llamarle ya!
2. A ese/a ya me lo tiré yo
El amigo/a que ya ha salido con todas/os y se los ha tirado a todos/as. En otras palabras: se lo sabe todo de todos y no se cortará para calificarlos delante de ti y así resolver el posible misterio con una palabra demoledora. Con lo cual, y debido a su influencia, no saldrás con nadie porque, según él/ella que se los conoce, todos/as son horribles. Si no quieres quedarte para vestir santos, huye. ¡Aún estás a tiempo!
3. Constante colocado/a
¡Qué peligro tiene este espécimen! Siempre te montará una escenita en cualquier situación porque no sabe dejar de beber, de fumar o de estar colocado en cualquier versión. Es imposible fiarse de él. Te pondrá siempre en evidencia porque no se cortará un pelo a la hora de sacar tus trapos sucios o tus secretos más íntimos delante de quien sea. Y además, todos se alejan cada vez que vas con él/ella. ¿Y todavía te da pena dejar de quedar con él/ella?
4. El hipercrítico/a
Todo está mal, todo el mundo es imbécil menos él/ella. Sus opiniones son indiscutibles y las tuyas son siempre lo contrario. Encuentra defectos en todo y en todos. Se queja siempre, con quien sea de lo que sea. Uf...qué bajón y qué cansino.
5. El frivolón/na
Sí, claro, resulta muy divertido, pero cuando se transforma en una parte vital de su personalidad... nos pone en evidencia. Te apetece quedar de muerte con el pibón de al lado discutiendo sobre la supervivencia de la especie humana y ella o él añade inteligentemente: “Bueno, pero que sobrevivan sólo los rubiazos, ¿no?” y tú quieres negarle como San Pedro a Jesús, pero no tienes escapatoria. El pibón se callará y es probable que nunca te vuelva a mirar con respeto.
6. Miss/Mister Dramas
Sus problemas siempre son el tema de conversación. Claro que sus problemas pueden ser sólo uno repetido constantemente: sus ex-relaciones. Hablará de esto como tema central, lo relacionará con cualquier tema de conversación (tienen una habilidad especial para hacerlo) y jamás, jamás escuchará lo que tú le cuentes. “Se acaba de morir mi padre”, le dirás, y el/ella responderá algo como “Fíjate lo mismo me pasó a mí con mi ex el día que me dejó plantado cuando bla bla bla...”. Ahórratelo, por favor.
7. El/La Cañonazo
Es fantástico salir por ahí con alguien del mismo sexo que está buenísimo... pero solo si hay una complicidad bárbara entre vosotros y repartís los ligues y el protagonismo. Si no tenéis ese feeling, este binomio puede ser la ruina, porque a ti ni te mirarán. Si la tenéis... el éxito está garantizado y las risas y la amistad, también.