La tragedia que rodea a la familia de la fallecida cantante Whitney Houston parece no tener fin. Su hija Bobbi Kristina Brown permanece ingresada desde el pasado sábado en la unidad de cuidados intensivos del hospital North Fulton de Georgia, después de haber sido hallada sin conciencia y sin respiración por su marido en una bañera de su casa. La policía no halló restos de drogas en una primera inspección, pero tras recibir una orden de registro, los agentes sí han podido encontrar diversas sustancias ilegales en la vivienda, según TMZ.
Desde su internamiento, los médicos han mantenido a Bobbi Kristina en estado de coma inducido para controlar los daños cerebrales, aunque son cada vez más cautos a la hora de hablar de una posible recuperación. Aunque diversas fuentes en el interior de la familia aseguran que todavía hay esperanzas para que la joven de 21 años pueda recuperarse del suceso, las posibilidades son bastante limitadas. “Los doctores dicen que la recuperación es posible técnicamente, pero si ocurre será un milagro”, aseguran en declaraciones recogidas por la revista People.
Respirador y actividad cerebral mínima
Bobbi Kristina no ha recuperado la conciencia desde que el pasado sábado fue hallada en su casa. Aunque los médicos consiguieron estabilizar su respiración en un primer momento, sigue necesitando ayuda de un respirador externo para poder recibir el aire necesario en los pulmones. Los médicos han detectado una actividad cerebral mínima.
Bobby Brown, ex marido de Whitney y padre de Bobbi Kristina, se encuentra destrozado en estos momentos. Sus relaciones con la familia de su ex exposa, con la que mantuvo un turbulento matrimonio, nunca han sido sencillas pero aun así estos momentos complicados han servido para unir a todos. “No es momento para disputas famliares”, asegura una fuente cercana a la revista People. “Perder a Whitney fue duro, pero esto es un millón de veces peor”, continúa. Pero además, “perder [a su hija] del mismo modo resultaría devastador para él”, vaticina.