Si quiere sentirse alguien importante en su lugar de veraneo -en el caso de que todavía le queden días de vacaciones y pueda pasarlos en la playa-, este año lo tiene más fácil que nunca. Cómprese un bañador amarillo y corra con él a la orilla del mar. Con tan sencillo gesto podrá presumir de estar a la última en cuestiones de estilismo, de ser el 'it boy' de su vecindario, de creerse más 'trendsetter' que Paula Echevarría -el término en inglés es para darle un poco de empaque, pero no crean que aporta nada nuevo-.
Déjese de supersticiones, de malos farios y leyendas alrededor de este color y ríndase a la evidencia. Nada potencia más el bronceado que un tono amarillo. Con que tome el sol un par de días parecerá más moreno que Julio Iglesias o Christine Lagarde, y eso, en verano, no tiene precio.
Los famosos se han rendido rápidamente a la evidencia y han sacado de sus armarios esas bermudas amarillas que nunca pensaron que llegarían a ponerse. El socorrido negro -o azul marino- o los estampados imposibles siempre son una buena opción para los que quieren desviar la mirada de esos incómodos michelines. Eso con un amarillo no ocurre.
Como ocurre con los speedo, apostar por un color claro es una declaración de intenciones. 'Sí, estoy aquí para que me miren, y sí, no me importa que se transparente después de bañarme'. Porque ese es el peligro de lanzarse a la moda sin miramientos. Y esto no nos lo estamos inventando nosotros para colocarles una publicidad de marcas de bañadores, nada de eso. Tenemos la prueba y es esta:
Rodrigo Rato
El presunto delincuente más famoso de España ha dejado claro que, además de reunirse con ministros para que le aconsejen con las amenazas vía Twitter, también es un fiel seguidor de las tendencias. El primer chapuzón veraniego del ex vicepresidente dio la vuelta al mundo y se convirtió en lo más comentado de internet. ¿Y qué llevaba puesto? Pues un bañador amarillo.
Uno no demasiado nuevo y encima sin forro protector, de forma que cuando Rato emergió de las aguas cual Dios griego dejó al aire sus bien posicionadas posaderas -una imagen que difícilmente olvidaremos-. Consejo: si tienen dudas, antes de ir a la playa, mojen el bañador. Más vale prevenir que dejar los encantos a la vista de cualquiera.
Cristiano Ronaldo
Pocos pueden resistir la comparación con el futbolista más deseado del mundo Si Rodrigo Rato nos dejó en shock tras su 'desnudo' veraniego, Cristino Ronaldo consiguió el mismo efecto pero por motivos muy distintos. El futbolista optó por unas bermudas cortas de color amarillo que resaltaban su bronceado intenso y su colección increíble de músculos y no se las ha quitado en todo el verano. Le hemos visto bailando con ellas -bueno, bailando, más bien haciendo lo que podía-, abrazándose a sus amigos con ellas y tomando el son con ellas. Cuando pase la temporada estarán tan hechas polvo que solo podrá ponérselas Rodrigo Rato.
Nicolás Sarkozy
Que tu mujer sea una de las tops que más ha reinado en el mundo de la moda es garantía de conocer las tendencias antes que nadie y poder presumir de visión comercial. Ahora, que tu mujer sea una de las grandes modelos de la historia también implica que, a su lado, parezcas Mariano Ozores buscando suecas. Nicolás Sarkozy apareció con las ya clásicas bermudas amarillas en la primera imagen de sus idílicas vacaciones, acompañado, claro, de una espléndida Carla Bruni con un bikini negro que deja al aire un cuerpo espectacular. La imagen no tardó en hacerse viral y convertir al expresidente y candidato a la presidencia en uno de los hazmerreír del verano. Eso sí, él seguro que se lo estaba pasando estupendamente. Mucho más que nosotros en la oficina.
Kiko Matamoros
El amarillo es capaz de unir a un expresidente con un futbolista, a un presunto delincuente con el eje del mal de Sálvame. Kiko Matamoros también ha sucumbido a la fiebre de las bermudas amarillas. Así lo ha demostrado vía exclusiva en la revista Qué me dices. El colaborador ha posado con su pareja Makoke para contar que ya tiene el divorcio de su ex mujer y ya puede celebrar la boda que lleva tan retrasando y, aprovechando que es verano, pues no podían faltar unas cuantas instantáneas ligeritos de ropa.
Lo que ya no sabemos es si nos horroriza más el bikini de leopardo con ribetes rosa de ella o el contraste bronceado quemado y bañador amarillo de él. Juzguen ustedes mismos, que para algo son mayorcitos.
Y ahora, con todo lo que saben, ¿qué bañador se van a poner estas semanas que quedan de verano? Si se animan, twittéenlo y nos lo cuentan en @marabilias.